«Es un orgullo llevar el sello lucense, y gallego, por el mundo»

Mila Méndez Otero
M. Méndez REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

Daniel R. PortelaMila Méndez

23 ene 2018 . Actualizado a las 11:44 h.

Un país tan lejano, exótico y sugestivo como puede resultar Guinea Ecuatorial fue el germen de la tostadora de café que pusieron en marcha los hermanos Ramón y Manuel Alonso hace unos 40 años. Ambos regresaban por aquel entonces de la emigración en la excolonia española. En el país centroafricano les tocó trabajar en plantaciones de cacao y café. Una experiencia que les permitió conocer unas técnicas que importaron a Galicia.

Originarios de una pequeña localidad ourensana, se instalaron en la capital lucense. «Compraron un pequeño tostadero que se llamaba Las Candelas. Mi padre, Ramón, y mi tío eran los comerciales. Mi madre y mi tía ayudaban a envasar el producto por las tardes», recuerda Enrique Alonso, el gerente actual. Junto a sus primos, Ramón y Manuel, los tres pilotan la empresa que heredaron de sus progenitores, que todavía se siguen pasando por la central ubicada en el polígono de O Ceao para comprobar cómo marcha el negocio. Desde el 2011 son la primera marca de café para hostelería en España.

«Empezaron con un mercado muy local, limitado a la ciudad de Lugo. A finales de los 70 vino la expansión al resto de la provincia y de Galicia. Diez años después, en 1987, a Portugal. A principios de los noventa entramos en Castilla y León y empezamos la expansión nacional, que se consolidó en el 2000. Nuestro plan estratégico actual, hasta el 2020, pasa por aumentar la cifra de negocio un 40 % e internacionalizar nuestro modelo. Actualmente estamos presentes en cinco países. En el 2015 abrimos filiales de distribución en Estados Unidos y Andorra y el año pasado en Francia y Holanda. Tenemos una delegación en Oporto y nuestras ventas allí llevan tres años creciendo a doble dígito», resume Alonso.

No tienen problema en desvelar los datos de facturación del 2017: «Cerramos con más de 61 millones de euros. Un 8 % más que en el 2016. Además, tenemos unos 300 empleados».

Ser tres primos al frente de la gestión no es, considera, un bache: «Poco a poco empezamos a compartir funciones con nuestros padres y no hubo un salto de generación como tal. Fue progresivo. Ahora hay que mantener el equilibrio entre la familia, la propiedad y la gestión». El objetivo, añade, es seguir en esta línea: «Sostener la empresa en manos de la familia y hacerla cada vez más grande». Están presentes en el canal de la alimentación y tienen tienda online.

Arraigados a la ciudad en la que nacieron y nació Cafés Candelas, presumen de patrocinar equipos como el Breogán, otro de básquet femenino y uno de rali. También de colaborar con iniciativas culturales o sociales como el Banco de Alimentos. «Es un orgullo llevar el sello lucense, y gallego, por el mundo. Es un reclamo de calidad», cree Enrique Alonso, que defiende: «Hay grandes empresas gallegas que no son conocidas o valoradas entre nuestros paisanos como lo son otras de fuera y es una pena».