El dueño del Celta rompe el monopolio de Pemex con 26 gasolineras propias

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

Mouriño extiende por México la primera marca privada de estaciones de servicio

02 nov 2016 . Actualizado a las 09:31 h.

El presidente del Real Club Celta de Vigo, Carlos Mouriño, se refuerza en el negocio de las estaciones de servicio de México, que hasta ahora controlaba bajo la marca Pemex.

La liberalización del sector energético lanzada por el presidente Peña Nieto, en vigor desde el año pasado, dará entrada por primera vez en México, a partir del 1 de enero del 2018, a las grandes compañías distribuidoras (Galp, Shell, Exxon, Chevron, BP). Pero Mouriño, a través de su principal sociedad, Corporación Ges (Grupo Energético del Sureste), se ha anticipado al final del monopolio de Pemex liderando la creación, junto con varios socios, de una franquicia propia de estaciones de servicio, que ya ha comenzado a extender por el sur del país bajo la marca La Gas (nombre con el que popularmente los mexicanos denominan a las gasolineras).

El proyecto, que arrancó el pasado verano con dos establecimientos, cerrará el 2016 con un total de 26 gasolineras. «La Gas es una nueva red de estaciones de servicio de origen mexicano que vende gasolina sin usar la marca y el logotipo de Pemex, aunque el combustible que comercializa sí es de la petrolera mexicana», explican fuentes de la compañía de Mouriño en México.

Cierto es que, de momento, la única diferencia está en la marca y la imagen de los establecimientos de Carlos Mouriño, que son los únicos hasta ahora en todo México en los que no hay letreros de Pemex.

La aplicación de la reforma energética va lenta, y el precio del combustible no se liberalizará en México hasta el 31 de diciembre del 2017. Pero el presidente de Corporativo GES, una de las empresas líderes del sureste mexicano, aprovechará sus otros negocios para rentabilizar al máximo estas estaciones de servicio modernizándolas y equipándolas de tecnología y servicios para afrontar la competencia extranjera. Tiene armas suficientes. No hay que olvidar que una de las líneas de negocio de GES es la explotación de franquicias: Burger King, Benedettis Pizza, Church’s Chicken, Tortas Locas Hipocampo, Baskin Robbins, Tintorerías Max, GES Autowash, además de las tiendas de conveniencia GES Express.

De este modo, y de manera progresiva, Mouriño reconvertirá su red de gasolineras vinculadas a Pemex -integrada por más de 30 establecimientos- a las nuevas condiciones que impondrán las leyes del libre mercado del combustible en el plazo de poco más de un año.

Desinversión en Galicia

La pujanza empresarial de Carlos Mouriño en México, y su estrategia de reforzar sus negocios en este país, al que emigró en 1978 y en donde consiguió levantar un verdadero emporio, contrasta con el proceso de desinversión que está llevando a cabo en Galicia, su lugar de origen (nació en Vigo, en 1943) durante los últimos meses.

El dueño del Celta ha formado con la multinacional china CITS un acuerdo de transacción de acciones del club de fútbol vigués, que ha abierto el proceso oficial de venta de la sociedad al holding asiático.

Por otra parte, hace poco más de una semana, el empresario se deshizo de Mugatra (Mutua Gallega de Prevención), de la que era socio a través de Inversiones Montalais.

La crisis de la petrolera mantiene parados 160 de sus 300 buques

Mientras la reforma energética y la liberalización del sector avanzan lentamente en México, la principal compañía del país, Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa sumida en una profunda crisis, a pesar se los recortes.

De los 300 buques de gran calado con los que cuentan las navieras mexicanas al servicio de las actividades petroleras, ya están 160 totalmente detenidos debido a la caída de los precios internacionales del crudo y a la disminución de la actividad de exploración y producción de petróleo, según denunció Luis Manuel Ocejo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria del Transporte Marítimo (Cameintram). «El balance es muy malo. La situación, sobre todo en la explotación en el mar (off-shore), es que un importante número de barcos no tienen actividad, y lo peor de todo es que no se prevé un cambio a corto plazo que pueda invertir esta tendencia», aseguró.

Esta situación se produce cuando el astillero de Ferrol, Navantia, está a punto de terminar el flotel Orgullo Petrolero, cuya entrega carece de fecha. Incierta es también la situación de la unidad gemela, Reforma Pemex, construida por el astillero vigués Hijos de J. Barreras. El buque se entregó hace más de un mes, pero permanece en las gradas del astillero sin justificación ni fecha de salida conocida.