Jonatan Giráldez: «Soy aventurero y con 32 años asumo un reto que me pone a prueba»

X.R. CASTRO VIGO

DEPORTISTAS · Exclusivo suscriptores

César Quian

El entrenador vigués se irá a EE.UU, pero abre las puertas a volver a Barcelona, donde lo ganó todo

26 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Jonatan Giráldez Costas (Vigo, 1991) emigró a Barcelona a los 19 años para formarse y alcanzar su sueño de ser entrenador de fútbol. Hoy, dirige al Barcelona, acaba de cerrar el 2023 con un triplete y, sin embargo, el próximo mes de junio iniciará una nueva aventura en Estados Unidos, en el Washington Spirit, cuando ya tenía una propuesta de renovación sobre la mesa. Dice que la decisión responde a su carácter aventurero, que es un reto que lo pone a prueba y no cierra las puertas a volver al club culé en un futuro.

—¿A qué es debido el cambio?

—Los gallegos somos emigrantes por naturaleza y el hecho de poder trabajar en otro país, hablar en otro idioma, implica un nuevo reto a nivel personal y profesional. Una oferta de este tipo me permite conseguir lo que estoy buscando. Soy una persona aventurera y con 32 años tengo un nuevo reto por delante que me pone a prueba. Es algo que veo con buenos ojos en lo profesional, y en lo familiar la posibilidad de que tu hijo crezca en otro país es algo que le puedo dar. Lo afronto como una nueva oportunidad.

—Sigue siendo un emigrante, pero pasa de irse de Vigo con 19 años a la aventura a marcharse con todo atado.

—La situación no tiene nada que ver. Cuando nos fuimos a Barcelona no teníamos nada, lo tuvimos que construir; ahora, tener una oferta de estas características hace que todo parezca más fácil, pero no lo es. Una cosa es llegar a un sitio, crecer, merecerte las cosas y conseguir lo que te gusta, que es dedicarte a esta maravillosa profesión. Tengo claro que es gracias al Barcelona y mi objetivo es que esto no pare, que sigamos creciendo en las próximas temporadas, porque eso significará que estamos al más alto nivel.

—¿Pensó en renovar en el Barcelona en algún momento?

—Sí, tenía apalabrado que la intención era quedarme en el club, pero estábamos pendientes de algunos detalles del staff, porque yo quería renovar junto a ellos, y en ese proceso me llegó una oferta. Aunque yo no estaba buscando nada, decidí presentársela al club, explicársela para ser lo más transparente posible y, finalmente, terminamos aceptándola.

—Pero decidió quedarse hasta final de temporada aunque ya le querían ahora.

—Para mí era básico no dejar tirado al equipo. Sabía que la pretemporada ya empieza en enero, pero uno de mis requisitos era acabar mi contrato en el Barcelona. Yo creo, que avisando con siete meses de antelación, das tiempo a que el club pueda buscar un perfil que se adecúe a las necesidades que implica este puesto de trabajo. Sé que está como mal visto que con tanto tiempo se anticipen las cosas, pero lo he hecho pensando que era lo mejor para el club, para que el foco no sea yo, sino las jugadoras y el juego, y que todo el mundo desde la claridad sepa lo que tiene que hacer en el día a día.

—Dijo que no se quería enfrentar al Barcelona ahora, ¿y en un futuro?

—Nunca se sabe. Lo que tengo claro es que el siguiente reto no implicará que nos crucemos con el Barcelona a no ser que se abra una nueva competición. El país al que voy es fuera de Europa y, por lo tanto, no habrá problema.

—¿Estaría dispuesto a volver al Barcelona algún día?

—Por supuesto. Yo aquí soy muy feliz. Me considero una persona comprometida con mi trabajo, con mi profesión y, por la manera tan abierta que estoy exponiendo la situación, está claro que no estoy cerrando las puertas a poder volver. En todos los trabajos en los que he estado, fuera fútbol u otra cosa, siempre me ido bien. Creo que es fundamental ser agradecido con las personas que te han ayudado, en este caso, con el Barcelona.

—Cuando estaba en el Matamá, ¿soñaba tan en grande?

—Por supuesto. Soy una persona muy competitiva, que siempre intenta dar lo mejor de sí, mejorar y crecer desde el punto de vista profesional. Soy muy inquieto, y creo que este cambio habla de mi manera de ser. Estoy en un sitio donde se me valora, estoy muy cómodo y muy feliz en el Barcelona, y el hecho de estimularme ahora con otro reto profesional implica una manera de ser y creo que este estímulo me va a ayudar en el futuro.

«El 2023 ha sido inmejorable, es difícil hacerlo mejor»

Jonatan Giráldez ha sido uno de los grandes protagonistas del deporte en Galicia en el 2023 con una Liga, una Champions, una Supercopa y una reciente nominación al The Best de la FIFA. Además, durante este año, ha sido padre. Un año inmejorable según sus propias palabras.

—Acaba el 2023 con su victoria número 100 como entrenador del Barcelona en 107 partidos.

—Conseguir 100 victorias en 107 partidos creo que tiene mucho mérito y que realmente es la mejor manera de acabar el año. Nos clasificamos para la siguiente ronda de la Champions y considero que hicimos un partido redondo ante el Rosenborg.

—¿El 2023 ha sido un año redondo para usted?

—Sí, inmejorable. Difícilmente se pudo hacer mejor. La capacidad de crecimiento en este último año que tuvo el equipo, sobre todo a nivel de personalidad y de superar situaciones adversas y de crecer, ha sido brillante. Con la consecución de la Champions, creo que le da mucho más valor si cabe y, además, coincidió con el nacimiento de mi hijo. Cuando juntas tantas emociones, hace que haya sido muy especial este 2023.

—Y es candidato al trofeo al mejor entrenador del mundo.

—No sé qué pasará. El día 15 es la gala en Londres, pero estar nominado para mí ya es un orgullo. Es cierto es que siempre se valora al entrenador porque es el que recoge el premio, pero hay mucho trabajo detrás, mucha gente que trabaja para que a las jugadoras no les falte de nada. Tenemos un staff que no para las 24 horas.

—Si le dicen el 31 de diciembre del 2022 que va a vivir todo lo que vivió después, ¿se lo creería?

—Yo vivo de intentar aspirar al máximo. Mi objetivo es que este año sea mejor que el anterior. El año pasado lo único que no ganamos fue la Copa de la Reina por la alineación indebida y la aspiración siempre es mejorar, intentar crecer y aspirar a todo. No somos el equipo con mayor presupuesto, pero somos un equipo que tenemos mucho nivel individual, una manera de trabajar muy clara y específica, y eso implica dedicación absoluta las 24 horas del día.

—Se quiere marchar ganando todo, incluida la Copa de la Reina.

—Sin duda. El objetivo son los cuatro títulos, pero tenemos que ir paso a paso poniendo el foco en lo que toca cada día.

«El título Mundial es la consolidación del tipo de trabajo que se está haciendo»

Giráldez vincula directamente el éxito mundialista de la selección española femenina con el tipo de trabajo que hace el Barcelona, al que considera pionero en el fútbol femenino. También elogia los avances experimentados en Galicia y celebra que el Celta anuncie su entrada en el fútbol femenino, aunque sea de un modo modesto.

—¿Qué supuso para el fútbol femenino en España el Mundial?

—Diría que la consolidación. El Barcelona lleva muchos años haciendo bien las cosas y el hecho de que la selección española haya conseguido ese Mundial es la consolidación a nivel nacional del tipo de trabajo que se está haciendo. Yo quiero resaltar la figura del Barcelona que creo que ha sido pionero, no solo con la creación de la Masía para el fútbol base, sino porque tiene representación en todas las categorías del fútbol formativo, entre 8 y 12 jugadoras en cada categoría. De alguna forma, eso implica un ejemplo de la manera que tiene el club de comportarse.

—¿Cómo ve en estos momentos el fútbol femenino en Galicia?

—Creciendo. Cada vez hay más nivel, creo que es fundamental que cada vez haya más licencias en el fútbol formativo, porque eso hace que haya más equipos y que la jugadoras no se tengan que desplazar con 13 años a jugar un partido a 150 kilómetros, que todo esté más igualado, que haya estructuras profesionales debajo de los equipos para que todo esto pueda seguir avanzando.

—El Celta dice que va a entrar, aunque de una manera modesta, ¿qué le parece?

—Es una buena noticia. Los equipos que son referentes en la Primera División masculina necesitan dar pasos hacia delante y en este caso, que el Celta tenga el interés de montar una sección femenina, creo que puede ayudar.