Una vida truncada de forma prematura en Argentina

luis lamela

ARGENTINA

El vimiancés José Oreiro murió en Buenos Aires a los 46 años

22 mar 2017 . Actualizado a las 10:18 h.

Argentina fue para decenas de miles de gallegos un país de destino, aunque la mayor parte no se vio en la necesidad de marcar huellas. Eso le pasó a José Oreiro, originario del municipio de Vimianzo, un hombre que emigró para el país austral en los primeros años del siglo pasado, lo mismo que hizo la que después fue su esposa, que, con 15 años y aún soltera, embarcó en A Coruña en el vapor Pisa para arribar a la ciudad de Buenos Aires el 23 de febrero de 1905.

Boda y cinco hijos

Oreiro se casó en Argentina con Antonia Graña para comenzar allí una nueva vida y una historia de saber compartir y de paciencia mutua, un matrimonio que dejó cinco hijos: Antonia, Josefina, José, Raúl e Isolina Oreiro Graña.

Mientras tanto, nuestro hombre desarrolló su actividad como industrial en la capital federal, sufriendo en este camino algunos altibajos, a veces con razones para el desánimo, pero siempre fue perseverante y nunca pensó en darse por vencido.

No obstante, golpeado por el viento del tiempo y del frío otoño, el 18 de mayo de 1927 aconteció una desgracia no deseada: José Oreiro falleció en Buenos Aires a los 46 años de edad, dejando a su compañera y a sus hijos penando la ausencia durante el resto de sus andaduras terrenales.

Oreiro fue enterrado en el cementerio del Oeste, un fallecimiento que cierra esta pequeña historia de emigración de un hijo de las tierras de Soneira.