«Me senté a comer y el hombre que tenía al lado era el príncipe Carlos»

Toni Silva A CORUÑA / LA VOZ

REINO UNIDO

Oxford

Su bisabuelo fundó los astilleros Barreras, pero él emigró para poder investigar. Hoy en Oxford tras siete años en Dinamarca

02 sep 2018 . Actualizado a las 13:57 h.

Esta no es la historia de cómo un gallego se cruza con el heredero de la corona británica. Esa es solo la anécdota divertida de una densa carrera académica que tiene algunos sinsabores. Por ejemplo: cómo Jorge Varela Barreras se ve obligado a abandonar su propio país, y alejarse de su esposa (se casaron en abril), para seguir cumpliendo el sueño de investigar. Y ese ingeniero de Vigo que no tiene un hueco en las universidades de España acaba de ser nombrado presidente del Equipo de Investigadores de la Universidad de Oxford. Sí, de Oxford.

-¿En qué consiste esa sociedad?

-Es una sociedad sin ánimo de lucro que representa a los investigadores de la universidad, casi 6.000 personas a todos los niveles. El objetivo es facilitar el intercambio social y profesional entre los distintos empleados de la universidad con los investigadores y estos entre sí. Se trata de mejorar el estatus de los investigadores en todos los terrenos. También tenemos presencia en 16 comités muy variados, estamentos en los que se deciden temas de salarios, pensiones, alojamientos, tutorías, temas de igualdad… Mi antecesora, Anjali Sha, ha hecho un trabajo espectacular para que la sociedad haya ganado peso en la universidad. Por mi parte, mi presidencia es compartida con la colombiana Liliana Cifuentes, que se encarga de la parte de eventos.

-Y también da clase en las aulas de Oxford.

-Doy clase de posgrado en varios college, tengo el cargo de profesor de Ingeniería en cursos de preparación de acceso con un temario muy genérico. 

-Se apellida Barreras y es de Vigo… ¿puedo preguntar si..?

-Sí, lo soy, soy bisnieto de José Barreras Massó, el fundador de la empresa de conservas y los astilleros, y mi abuelo era José Luis Barreras Bolívar.

-Y el descendiente se ve obligado a emigrar.

-Estoy fuera de España, así está la investigación en el país, hay muy pocas opciones serias. Siendo sincero, no estaba contento cuando cursé la universidad en Vigo, hasta pasó por mi cabeza dejarlo, pero tengo una vocación muy fuerte. Mi familia me animó a irme al extranjero y en el 2007 me fui a Dinamarca a hacer el proyecto de fin de carrera, y le debo mucho a ese país, me ha devuelto la ilusión por la investigación. Ahora llevo dos años en Oxford y mi mujer está en Vigo, donde trabaja como médico. En España podría intentar acceder a una de las tres plazas de ingeniero eléctrico con un programa Juan de la Cierva. Te lo resumo: 1.200 euros al mes. Aquí en Oxford gano bastante más.

-¿Qué investigó durante su etapa en Dinamarca?

-Después de hacer Ingeniería Industrial en la Universidad de Vigo, realicé un máster electrónico de potencia en la Universidad de Aalborg, donde también hice el doctorado. Empecé trabajando en control de convertidores, en proyectos de turbinas eólicas, un área muy activa en Dinamarca. De ahí pasé a trabajar para una consultora española desarrollando proyectos de coches eléctricos y baterías, y debo de llevar unos ocho años con este tema. En Oxford sigo con él, es mi área de investigación.

-Y en estas llega un huracán llamado «brexit».

-La primera consecuencia ha sido la caída de la libra, hemos perdido un 20 % de poder adquisitivo. La Universidad de Oxford tiene mucha relación con la Europa continental, y hay un riesgo de perder a esa gente cuando el objetivo de esta institución es captar a los mejores. Uno de los mayores problemas potenciales es el movimiento de personas como visados, permisos de residencia… Además, Oxford recibe muchas ayudas de las instituciones europeas y hay un serio riesgo de perder esos fondos.

-Pero su área de investigación es muy cotizada por todas las partes, ahí no hay riesgo.

-Cierto, el propio gobierno del Reino Unido ha lanzado un proyecto muy ambicioso así que, digamos, en lo mío no hay riesgos. Pero hay otras muchas áreas no relacionadas con esta industria del motor eléctrico y las baterías que pueden sufrir mucho a partir de ahora. Cuando la presidenta May dijo «Brexit is Brexit» yo me acordé de Boskov, «fútbol es fútbol». Eso quiere decir todo y nada, ¿qué quiere decir brexit? Incertidumbre. En los pasillos de la universidad se repite mucho «nada está decidido hasta que todo está decidido». Estamos en un momento en que se intenta hacer fuerza, queremos seguir manteniendo un vínculo fuerte con Europa. Y lo que es peor, no está claro si tendremos voz y voto en esto. La rectora llegó a admitir que se enteró del brexit a través de los medios, lo que da idea del lío. 

-¿Y su futuro depende de cómo evolucione la salida del Reino Unido de la Unión Europea?

-Yo de momento no me planteo tener aquí una familia estable. Pero sí tengo claro que yo donde me veo es en el mundo académico. Las cosas que hago bien y hago mal encajan bien con lo que un académico puede hacer bien y se le permite hacer mal. Si llega una oferta del sector privado claro que la consideraré.

-En Oxford se habrá topado con personalidades de todo tipo.

-Entre ellos los reyes de España, conseguí incluso que don Felipe me firmara la tesis doctoral. Y recuerdo ir a comer al College, me giré a mi derecha y dije «este señor me suena». Era el príncipe Carlos, que estaba comiendo allí con motivo de una visita oficial y se sentó como uno más, como son mesas alargadas… Estas cosas me pasaron al poco de llegar, y pensé ¿me va a pasar todos los días? Luego comprobé que no.