De Londres a Galicia, puerta a puerta

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

REINO UNIDO

SANTI GARRIDO

De padre carballés, Celso Sotelo, taxista en Londres, transporta todo tipo de objetos entre los dos países

31 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El fenómeno de los taxis de ida y vuelta entre Galicia y Suiza es muy conocido y usado en la Costa da Morte, y en otros puntos de Galicia, desde hace más de 40 años. Con Inglaterra, menos: ni hay la misma masa migratoria, ni responde a las mismas características, ni se instauró nunca esa tradición ni, por supuesto, el viaje es el mismo. Así que los pocos que trabajan como tales son más bien las empresas de transporte, especializadas sobre todo en mudanzas, aunque por supuesto el abanico es más amplio.

Celso Sotelo, de 39 años, con raíces familiares en Carballo (su padre es de Bértoa, y su casa está en Cances) forma parte de esa amplitud de abanico. Es taxista en Londres, de grandes distancias. Reside en Heathrow, al lado del gran aeropuerto, lo que le permite servir mejor a sus clientes, que llegan a la capital británica y desde ahí se mueven hacia otras ciudades del país con rapidez y comodidad. Y también viaja a Galicia, en una ruta que pasa por el País Vasco, Cantabria, y Asturias. Como los de Suiza, puerta con puerta, pero al contrario que ellos, orientado a bultos y mercancías, no pasajeros, su furgoneta. Influye el hecho de que el viaje lo hace por mar, en ferri desde Portsmouth, adonde llega en hora y cuarto. Después, dependiendo de la carga, se dirige a Santander o Bilbao, 24 o 29 horas más, y después ya las cinco o seis horas necesarias para alcanzar Galicia. Desde unos 35 euros por paquete, aunque en el tema de los portes hay que consultar cada caso por las evidentes especificidades. Asegura que no cobra mucho porque no vive exactamente de estos viajes, ya que dedica más tiempo al taxi por Inglaterra. Además, «el sector ya no es lo que era, ahora hay mucho por Internet. Lo mío -dice, frente a eses nuevos sistemas- es una cosa personalizada, que no pasa por 50 manos, solo por la mía, y eso garantiza que haya cero roturas o cero pérdidas», señala. Conoce el sector: lleva ocho años con la ruta de Galicia, antes ya había estado en la carretera (fue mensajero por Inglaterra) y su padre era transportista. En su formación también se incluye mecánico de motos.

Estar siempre en la carretera supone «tener una vida dura, pero también hay cosas buenas». Ser el propio jefe es de las buenas. Con todo, no baja de los 15.000 kilómetros cada mes.

Su llegada a Inglaterra fue muy parecida a la de tantos jóvenes. «Vine por una semana, y llevo aquí 17 años. Londres es un lugar muy atractivo si eres joven». Y lo sigue siendo para muchos miles. Claro que no todo es de color de rosa. Hace ya mucho, le ofrecieron un trabajo en el sur de Inglaterra que resultó ser una estafa. Tuvo que sobrevivir una semana con cinco libras y mucho arroz. Detalles que también hacen a uno más fuerte. Poco a poco fue mejorando todo. «En Inglaterra, si quieres trabajar, trabajas. Este país te da muchas oportunidades». E incluyen la formación. «Aquí puede estudiar, yo lo hice muchas veces. A las 5 acabas de trabajar, y hay clases a las 6 y pico. Tienes esa opción. En España, no». Las oportunidades que ofrece su país de residencia también le gustaron. «Vi el potencial que había, que si te esfuerzas, puedes llegar a algo». Como tantos otros, teme al brexit: «Ya nos está afectando, por ejemplo en el cambio de libras a euros, ya que ha bajado mucho en relación a la libra. Hay mucha gente que ya se va por eso. Y también hay muchos residentes que están mal informados sobre sus consecuencias». Unos se van, pero desde luego ganan los que llegan, o los que buscan trabajo. «Vienen porque en España las cosas están mal, no mejoran. Sé de gente que le hacen contratos de una hora al día. ¿Eso es un contrato? Aquí, si quieres trabajar, trabajar, trabajas, porque trabajo hay», asegura.