El viaje internacional del corto «A nena azul», de la naronesa Sandra Sánchez

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

EUROPA

CESAR QUIAN

Tras exhibirse en festivales de países como Francia, Turquía o Escocia, la pieza concursará en Bulgaria

17 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando empezó la aventura de A nena azul, su rodaje en el 2017 y su estreno en octubre del 2018 en Cortocircuito en Santiago -en el que recibió ya el primer premio y mención especial del jurado- no se le pasó por la cabeza la enorme repercusión que adquiriría. La directora de cine naronesa Sandra Sánchez no para de cosechar éxitos con una historia que relata el fin de la niñez y salto a la adolescencia.

El último gran reconocimiento llega del festival In the Palace International Short Film Festival de Bulgaria, que supone un enorme salto de calidad, ya que es un certamen calificador para poder concurrir a los prestigiosos premios Oscars. «Para ir a los Oscars tienes que haber pasado por una serie de festivales que son calificadores, igual que en los Goya. Más allá de eso no significa nada, los Oscars están muy lejos. Mi idea no es concurrir a los premios», reconoce la autora.

La pequeña Carla Díaz da vida a Sira, la hija de ocho años de un percebeiro furtivo de la Costa da Morte, que huye del acoso escolar de la escuela a la playa.. Ahí tiene un encuentro misterioso con alguien que parece ser una imagen espejo de sí misma

Bulgaria será la última parada de este corto viajero. «Me gustaría mucho ir, pero lo tengo complicado», reconoce Sánchez, que añade: «Estuvo ya en festivales como el ONE Country, ONE Film, en Apchat-Isoire, Francia; el Festival de Cine Internacional de Edimburgo, en Turquía... Aparte del recorrido que ha tenido en España, con el premio Mestre Mateo, el Premio Luisa Villalta de Proxectos Culturais pola Igualdade de la Diputación, mención especial del Jurado Planeta GZ y el Premio Crea a la mejor dirección gallega en Cortocircuito International Film Festival», enumera entre otras proyecciones y reconocimientos. También forma parte del parte del catálogo Shorts from Galicia 2019 de Agadic

Tras años de trabajo tiene sensaciones agridulces. «Cuando empiezas con un corto nunca sabes lo que puede ocurrir, si va a llegar a este tipo de proyecciones, pero para que los cortos se muevan a nivel internacional hay que hacer mucha labor de distribución y promoción, hay que invertir mucho esfuerzo. Al principio estuve trabajando con una distribuidora suiza pero desde hace unos meses lo estoy haciendo yo. Lo normal es que los cortometrajes tengan dos años de vida, pero yo ya no tengo fondos para seguir invirtiendo en ello, es muy caro», lamenta.

Ahora compagina esta promoción de su corto con un largometraje, La nadadora, que continúa la historia de la misma protagonista. «Estoy escribiendo un largometraje de ficción con la misma protagonista unos años más tarde, en la adolescencia. No es una continuación, realmente surgió antes el proyecto del largo que el corto, pero cuando estaba trabajando en el guion me apeteció explorar un poco el universo de la protagonista y escribí una pequeña pieza relacionada con la infancia», avanza la exitosa autora.