«Quería vivir en el campo en Finlandia»

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

EUROPA

Henrik Lund

El pontevedrés Antonio Arosa sueña con llevar a Galicia el resultado del Festival Lapinjärvi Land, que cuenta con participación viguesa a través del colectivo de artistas Cova

02 ago 2018 . Actualizado a las 10:50 h.

El colectivo Cova, formado por las artistas viguesas Aida Alonso, Antía Sánchez, Lucía Romaní, Neru Herreros y Silvia Sánchez. es parte de la presencia internacional en la primera edición del Festival Lapinjärvi Land Art de Finlandia, junto a otros artistas finlandeses, comisariado por Antonio Arosa (Pontevedra, 1981), que desde allí, a 30 grados de temperatura también en el país nórdico, cuenta su aventura vital y el último proyecto profesional. Arosa lleva más de 10 años entre lagos. De ellos, la mitad en el rural finés, donde imparte cursos de creatividad para niños y de pintura para adultos.

El pontevedrés Antonio Arosa (derecha) en Finlandia
El pontevedrés Antonio Arosa (derecha) en Finlandia

-¿Qué le llevó hasta ahí?

-Estudié Bellas Artes en la Universidad de Vigo, conseguí una beca Erasmus para Kuopio y me encantó. Regresé a Pontevedra, pero a los dos años dejé la carrera con las asignaturas más aburridas que tenía y volví. Estuve viviendo 6 años en Helsinki, buscándome la vida haciendo un poco de todo, hasta quitando nieve de los tejados. Después de aquella primera experiencia cuando me dieron la Erasmus, quería vivir en el campo en Finlandia. Era mi sueño. Siempre me llamó el norte. Desde pequeño era un fan de los documentales de naturaleza. Finlandia era lo más parecido al norte de América que veía en aquellos programas donde salían renos y nieve.

-¿Cómo lo consiguió?

-Tuve la oportunidad de mudarme a Lapinjärvi, que es un pueblo pequeñito, porque me salió un trabajillo estando aquí de vacaciones. Era lo que yo había pensado. Aprovechar esa estancia para ir buscando cómo no tener que irme. Un día fui a hacer la compra y vi en que en el súper buscaban un trabajador. A los finlandeses les sorprendió mucho que quisiera quedarme allí pudiendo estar en Helsinki o en España. Para mi fue perfecto porque estuve dos años en aquella tienda e hice muchos contactos con la gente del pueblo y fue más fácil hacer vida social, que no suele ser tan sencillo. A mayores comencé a ofrecer en colegios clases de creatividad y pintura y dibujo.

-¿Dejó de lado su carrera?

-No. Ahora me dedico a la enseñanza y a montar exposiciones y mis propios proyectos. Cada año hago alguna muestra de obra propia- Este proyecto actual de Land Art surgió hace unos años jugando con mis hijos a construir un muro de hielo. Como en Finlandia las estaciones están muy marcadas, pensé hacer algo usando como materiales lo que la naturaleza te ofrece. Hojas de abedul, flores, tierra, nieve.... La idea consiste en que los artistas invitados usan solo materiales propios del lugar y nunca dejan restos ajenos a eso. Después, la naturaleza sigue actuando sobre las obras. Puede ser que las destruya o que las integre. La segunda parte es documentarlo todo en foto y vídeo, viendo cómo evolucionan en un año. Para eso cuento con el gran fotógrafo Henrik Lund. El objetivo es llevar exposiciones a los lugares de donde han venido los artistas, como las de Cova, de Vigo. También vendrá Isaac Cordal y Liqen.

 La obra de Cova es un laberinto inspirado en la mitología finesa

Para la elaboración de la pieza las artistas de encontraron un espacio con una gran carga simbólica ubicado en la propiedad de los descendientes del compositor finlandés Sibelius. El colectivo construyó un laberinto recolectando materiales naturales, inspirado en el cisne de Karelia (pintura rupestre finlandesa) y el petroglifo de Mogor, en Marín. La intervención está pensada para ser recorrida descalzo, potenciando la percepción sensorial y envolvente. El pasado fin de semana se inauguró el festival donde Aida Alonso, Antía Sánchez, Lucía Romaní, Neru Herreros y Silvia Sánchez, junto a otros artistas, presentaron su obra haciendo una performance. El proyecto ideado por Antonio Arosa cuenta con financiación del Ministerio de Educación. Para llevarlo a cabo cuenta con el permiso de la comunidad. En realidad no lo necesita ya que en Finlandia, según explica, existe lo que llaman Derecho de Todo Hombre, una ley que facilita a cualquier persona a acceder sin restricción a tierras privadas o públicas para actividades recreativas.

-¿Consiguió entrar en el sistema educativo?

-Aquí hay escuelas en sueco y en finlandés. En el colegio de habla sueca estoy en el sistema oficial, dando clases de español a los niños. Los cursos de creatividad podría decirse que son extraescolares pero no es como en España. Están más integrados en la enseñanza. Las clases de dibujo para adultos las estoy dando en el pueblo. En total en la comarca hay cerca de dos mil habitantes. Casi los conozco a todos.

-¿Y habla también sueco?

-Hablo finlandés. Sueco, solo un poco. Suecia no está cerca, pero este territorio perteneció a Rusia y a Suecia y se conservó el idioma y la mayoría lo habla.

El perfil

Antonio Arosa reside en Lapinjärvi, donde ha puesto en marcha el festival de arte paralelo a la naturaleza. «Vivo con mi perro, mi gato, gallinas, conejos y ovejas», cuenta. El pontevedrés tiene dos hijos que residen con su madre en Helsinki. «Tenemos la custodia compartida. Nos conocimos aquí pero ella fue de Erasmus a Pontevedra y fue allí donde se complicó la telenovela».