Este montador, afincado en Hollywood pero con raíces en Laxe, participó en la producción del último videoclip de la cantante catalana con Ozuna
26 ago 2019 . Actualizado a las 17:04 h.«No los he contado, pero habré editado más de cien entre publicidad, cine, cortos y videoclips. Si entendemos por repercusión el número de visitas en Internet, el de C. Tangana (Booty) lleva más de 202 millones de visitas, pero a nivel vital Mi Amigo Invisible supuso un antes y un después en mi carrera. Me hizo ver que era posible vivir de esto».
Antonio Gómez-Pan Rodríguez tiene 33 años y nació en Madrid, aunque Laxe es su segunda casa, a la que acude siempre que puede para desconectar y recargar pilas, además de ser escenario de buena parte de sus recuerdos de juventud. Es cineasta especializado en el montaje y edición. Estudió en la prestigiosa Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya, en Barcelona, y es uno de los integrantes más jóvenes de las Artes y las Ciencias Cinematográficas. Y ahora acaba de participar en la producción del último videoclip de Rosalía, junto con Ozuna, Yo x Ti, Tu x Mi, que acumula más de 31,5 millones de visitas en Youtube en menos de una semana.
Antonio Gómez-Pan, que reside en Hollywood, explicó los pormenores de este bombazo musical: «Fue todo un poco por casualidad. Recuerdo quedar con Pasqual y con Raúl, los directores del videoclip, para ver posibles maneras de colaborar juntos, y me comentaron que estaban preparando este proyecto con ella en Miami. Me encanta Rosalía desde su primer álbum -la versión de Catalina logra ponerme la piel de gallina cada vez que la escucho- con lo que en cuanto supe que era para ella me sumé al proyecto sin dudarlo». El videoclip se preparó en un abrir y cerrar de ojos: «Lo rodamos en día y medio y el montaje lo tuvimos listo en una semana. Coser y cantar».
Sobre la repercusión mediática de Yo x Ti, Tu x Mi, Antonio Gómez-Pan cree que su éxito estaba asegurado casi de antemano: «Sabíamos que el incorporar a Ozuna a la ecuación iba a conllevar muchos más millones de oyentes potenciales, pero si te digo la verdad me importan bastante poco las visitas. Me gusta que a la gente le guste, pero no me quita el sueño tener una o mil visitas». Y sobre las facilidades de Rosalía a la hora de editar el trabajo, Antonio Gómez-Pan solo tiene palabras de elogio hacia la catalana: «El vídeo se rodó en Miami pero yo no viajé con el equipo. Lo edité en Los Ángeles y solo he tenido contacto con ella a distancia. Pero Rosalía es una profesional, una curranta que sabe muy claro lo que quiere y cómo lo quiere». Y añadió: «Un montador debe tener mano izquierda con todo el mundo. Tratamos con productores ejecutivos, directores y guionistas... Es un trabajo que requiere de mucha capacidad de persuasión a la par que de humildad, paciencia y ganas de aprender».
En todo caso, este editor tiene claro que los procesos en audiovisual tienen unos parámetros estandarizados: «Son similares hagas lo que hagas, ya sea una publi, una peli o un videoclip. Se prepara un dosier con la idea que se quiere transmitir y las influencias estéticas. Si al artista y a la discográfica le gusta, dan el o.?k. y se rueda. Creativamente siempre me han dejado libertad en la edición. Luego les enseñas el corte y suelen opinar en la elección de algunos planos, que si no se ven guapos en este o aquel momento, pero en cuanto a ritmo o estructura saben delegar».
Antonio Gómez-Pan es una persona inquieta y tras acabar su trabajo con Rosalía ya tiene su mente puesta en otros proyectos: «Acabo de terminar mi primer largometraje americano y, si todo sale como es debido, empezaré mi primera serie de televisión dentro de poco. Soy muy supersticioso con los proyectos -debe ser el gen gallego- y no me gusta vender la piel del oso antes de cazarlo».
Y tiene claro que plataformas como YouTube representan el futuro: «Solo hay que ver los planes de Disney, Warner o Apple para este final de año. El espectador no quiere ver algo a la hora que le dicte la cadena, ni mucho menos estar supeditado a la televisión. Lo verán cuándo y dónde quiera: tele, móvil, tablet... Para los que nos dedicamos al audiovisual es un momento glorioso, nunca se había producido tanto volumen de material como ahora y eso se traduce en más oportunidades laborales y más variedad en la programación».