Lucía Freitas: «En un futuro próximo me gustaría abrir un restaurante en Japón»

Laura García del Valle
laura g. del valle REDACCIÓN / LA VOZ

ESTADOS UNIDOS

Fito Pérez

El restaurante gallego de moda en Nueva York, Tomiño, lleva la impronta de esta cocinera compostelana

25 jun 2019 . Actualizado a las 16:00 h.

Es la cocinera gallega más internacional. Puede decirse con la boca grande. Lucía Freitas (Santiago, 1982), que hasta hace dos años ofrecía un menú de 12 euros en una casa de comidas compostelana que ahora es el templo de la gastronomía A Tafona, se ha convertido en un referente para aquellos que anhelan el éxito en los fogones. No le ha bastado, ni mucho menos, haber conseguido una estrella Michelin en noviembre para calmar sus ansias de superación. Además de su proyecto Lume, también en Santiago, ha cruzado el charco para embarcarse en una aventura de riesgo: gestionar y hacerle la carta a un restaurante de Nueva York, ciudad en la que se encuentra estos días representando el Galician&Food Festival. Pero ahí no queda la cosa: ya fantasea con abrir un local en Japón. Un país en el que la adoran y es tratada como lo que se merece: un genio.

-Se ha convertido ya en la mejor embajadora de la cocina gallega en el mundo.

-Es que a mí lo que más me gusta del mundo es enseñarle la gastronomía gallega al mundo. En acciones como el Galician&Food Festival intento fomentar el consumo de nuestros productos y, también, promocionar el Camino de Santiago. Además, esta edición del festival es muy importante para mí porque tiene un acento femenino muy marcado.

-El restaurante Tomiño, que usted tutela, está triunfando en Nueva York. ¿Es fácil hacerse un hueco en la Gran Manzana?

-Nueva York es una ciudad carísima para abrir un restaurante por lo que hay que apostar muy bien. Yo creo que es imprescindible que las personas que estén detrás del restaurante sean gallegos y se involucren y sientan la tierra. Después de un año y medio puedo decir que Tomiño, que se encuentra en Manhattan entre Little Italy y Chinatown, está totalmente asentado en la oferta gastronómica de la ciudad: yo creo que todos los gallegos de Nueva York han ido alguna vez, y también tenemos una gran cartera de neoyorquinos muy fieles y público asiático.

-¿Cuáles son los platos más demandados en Tomiño?

-El pulpo, el arroz con bogavante y los postres: triunfa especialmente una versión de la bica tradicional y un postre de aguardiente con chocolate. Pero la empanada también es bestial, o el bacalao con coliflor.

-¿Y alguno que no haya gustado demasiado?

-Tuvimos que modificar un plato de merluza porque el producto no llegaba con la calidad que necesitamos y porque al público americano la merluza no le entra mucho, no es algo que acostumbren a consumir.

-Este mes las conclusiones del estudio «La gastronomía en España», de la consultora KPMG, revelaban que la cocina de nuestro país todavía no se vende bien en el extranjero. ¿Qué ocurre?

-Es cierto que cuando viajo a Japón, por ejemplo, se conocen más gastronomías como la italiana o la francesa; pero porque han mamado esas cocinas. Sin embargo, para los japoneses gastronomía es sinónimo de San Sebastián. Tienen idealizada esta ciudad y su cultura culinaria. Yo creo que la clave es salir al exterior y, en la medida que podamos, enseñar nuestro producto en ferias o eventos, eso al final se nota siempre.

-Hace muchísimas referencias a Japón, ¿le gustaría abrir un restaurante allí?

-Efectivamente, es algo que me planteo de cara a un futuro porque los japoneses valoran muchísimo la gastronomía gallega y, sobre todo, mi forma de cocinar. Me siento comodísima cuando viajo a Japón; de hecho, acabo de volver.