Víctor Prieto: «Los estudiantes flipan conmigo»

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

ESTADOS UNIDOS

Natural de Toén, el genio mundial del jazz latino con acordeón improvisará mañana con los alumnos del conservatorio

06 feb 2019 . Actualizado a las 20:37 h.

Forjado en Nueva York como uno de los genios del jazz latino, Víctor Prieto (Toén, Ourense, 1975) creció escuchando los pasodobles de María Jesús y su acordeón que enamoraban a su madre. Él y su instrumento se hicieron inseparables a través de su lucha, la que le llevó a convertirse en el primer acordeonista graduado por Berklee, la universidad privada de música más grande del mundo. Más tarde, a alzarse con un Grammy. 

-Le disfrutamos estos días...

-Sí. Llevo 20 días en España de gira. Estuve dando clases en el conservatorio de Valencia y en el Sedajazz, tocando con Javier Vercher y dando clases en Ourense. Ahora voy a Lugo para hacer harmonía moderna con los chavales e improvisación aplicada a otros instrumentos. Después, un concierto.

-¿Ya había estado en Lugo?

-Sí, aunque será mi primera visita al conservatorio y estoy entusiasmado. Toqué en la ciudad en el Xacobeo, con mi trío, creo que fue en el 2010. Hace años que no me paso por allí y me apetece poder repasar con estudiantes y profesores todas mis vivencias en estos 23 años de carrera en Estados Unidos. Tengo mucha información, trucos y cosas de la vida musical que creo que les puedo aportar.

-¿Flipan los estudiantes que pueden improvisar con usted?

-Pues sí que flipan conmigo y a mí me enorgullece, porque le da mucho valor a mi carrera. No es todo oro lo que reluce en la vida de un músico. Me gusta más dar clases que tocar, porque tener unos alumnos en frente y verme a mí mismo hace 30 y pico años... me encanta. Pensar que uno de ellos puede ser el día de mañana internacionalmente conocido. Yo ya no soy el mejor, tengo alumnos por todo el mundo que tocan que no te lo puedes creer y es gracias a la metodología.

-¿Abrió camino en ese sentido?

-Como acordeonista fui un pionero a nivel europeo, casi a nivel mundial y en España sí, número uno. Pero en lo que es la enseñanza, ahí sí que fui un pionero universal. Le metí muchas horas, no para llegar a ser el mejor músico en acordeón, le metí muchas horas para tener una metodología a la hora de enseñar.

Mañana, de 16.00 a 19.00 en el conservatorio de Lugo. Masterclass «Harmonía moderna e Jazz». A continuación, 20.00 horas en el Auditorio Xoán Montes, concierto.

-¿Siente algo especial cuando viene a Galicia?

-Después de tanto tiempo en Estados Unidos, allí tengo incontables conciertos. No quiero chulear [ríe], lo digo porque allí el reto está conseguido y ahora empiezo a plantearme otras cosas, otras metas y otras emociones. Manhattan es una ciudad muy estresante y con 43 años ya quiero vivir más tranquilo... Pero no tengo morriña, vengo todos los veranos a las clases internacionales de jazz en Ourense.

-¿Qué le aportó Nueva York?

-Cualquier músico que pasa ahí más de 15 años es de los que lo da todo en el escenario a un nivel muy alto. Después de 23 años puedo decir que estoy cansado de Nueva York, pero ese es un derecho que hay que ganarse. Yo me lo he ganado.

-¿Algún proyecto en marcha?

-Estoy volcado con Cuadro Latino, un proyecto más o menos electrónico. Son sonidos con muchos ritmos, muy neoyorkinos. Tiene influencia de rock sinfónico y es un recopilatorio completamente diferente a lo que hago con el trío o el cuarteto acústico. En abril tendré cuatro o cinco conciertos en Galicia con el pianista y compositor Abe Rábade, uno de ellos será en Lugo, en el Clavicémbalo. A finales de mes iré a Valencia, a grabar un disco a dúo con Javier Verchén.