Así fue el concierto sin distancia de Love of Lesbian: «Ao principio non asimilas estar entre tanta xente de novo» 

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

ESPAÑA EMIGRACIÓN

El estudio posterior a la actuación ante 5.000 personas del grupo catalán detectó seis positivos y cuatro no tenían relación con el experimiento: «A xente emocionábase, choraba», explica un gallego que estuvo en el Palau Sant Jordi

28 abr 2021 . Actualizado a las 10:51 h.

«Se puede decir que el día del concierto fue más seguro estar dentro del Palau Sant Jordi que fuera de él». Es la conclusión del equipo del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol que se ha encargado de analizar los resultados de la actuación de Love of Lesbian para 5.000 personas el 27 de marzo en un concierto sin distancia, pero con teste de antígenos y mascarilla.

«Nós fixemos o test á hora do vermú, había como vinte boxes, xa non tiñas nin que parar». Tener un resultado negativo era el requisito fundamental para poder acceder al Palau. Lo cuenta desde la otra punta de la Península Daniel Candal, un coruñés afincado en Cataluña que responde con un sonoro sí a si volvería a participar en una experiencia como esta.

«A xente emocionábase, choraba», explica. Eso sí, después de un inicio de concierto un poco inusual. «Os vinte primeiros minutos estabas como en shock, non asimilas estar entre tanta xente de novo». Un par de semanas después, Candal recibió la llamada en la que se comprobaba si había tenido síntomas compatibles o una prueba positiva por coronavirus con posterioridad al concierto. Ni una, ni otra. En realidad, según los resultados presentados ayer, el impacto de la actuación en la transmisión del covid-19 no ha existido. Se han detectado seis positivos. Cuatro de los contagios no tienen relación con la actuación de Love of Lesbian.

«O primeiro impacto era na entrada do concerto, cando empezabas a ver colas, que é algo moi de antes o de facer colas». Colas en las que el personal de seguridad se encargaba de que nadie fumase o comiese, por ejemplo. Había que salirse de la línea para hacerlo. Lo primero era enseñar el test negativo. Después había que ponerse la mascarilla que proporcionaba la organización. Y finalmente, se accedía al recinto, en el que había diferentes recinto, «tres grandes burbullas que non se podían mesturar». Y aunque se le ha llamado concierto sin distancia, lo cierto es que cada grupo tenía posibilidad de mantener cierta separación con el resto, explica.

«Los conciertos masivos pueden ser seguros». Es la gran conclusión de este experimento. La cuestión que se plantea ahora es si son asumibles. «A escala maior é inviable». Es la conclusión de Daniel Candal. No solo por la movilización de personal sanitario, de seguridad y de organización. También por los costes derivados de todo el protocolo de seguridad desplegado para la actuación. «Serviu como declaración de intencións» sobre la posibilidad de recuperar la actividad cultural y los eventos de cierta envergadura: los positivos detectados entre los asistentes al concierto suponen una incidencia acumulada de 130,7 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la incidencia acumulada de la población de la ciudad de Barcelona en el mismo grupo de edad fue de 259,5 casos por cien mil habitantes.

Prueba piloto para poder empezar a reabrir con seguridad el ocio nocturno

Tras el concierto masivo de Love of Lesbian, los empresarios catalanes preparan un nuevo proyecto que prevé reunir a más de 400 personas en cinco locales distintos

La Voz

La patronal catalana de ocio nocturno, el gremio de hostelería y el Ayuntamiento de Sitges (Barcelona) trabajan en una prueba piloto «única en Europa» que tiene como objetivo la reapertura de estos locales gracias a un sistema de test similar al que se recurrió para el concierto de Love of Lesbian que hace dos fines de semana reunió a 5.000 personas en el Palau Sant Jordi. El proyecto ya ha sido presentado al Departamento de Salud de la Generalitat, que deberá dar su visto bueno para su desarrollo en fechas próximas.

El ensayo se llevaría a cabo en horario nocturno, dentro de la franja del toque de queda, con más de cuatrocientas personas en cinco locales distintos de la calle conocida popularmente como calle del Pecat. Las personas que deseen disfrutar de un rato de ocio en estos bares de copas deberán dar negativo previamente en una prueba de antígenos.

Tras un primer experimento realizado en el Teatro Apolo de Barcelona el 12 de diciembre y en el concierto masivo en el Palau Sant Jordi, los hosteleros piden ahora desarrollar este nuevo plan «a nivel real, con población en situación de normalidad y en la calle», para demostrar que, con las medidas adecuadas, los locales de ocio nocturno también son seguros. Lo contrario, sostiene el secretario general de la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno, Fernando Martínez , está propiciando fiestas ilegales y macrobotellones.