El ourensano Jaime Vázquez es un ingeniero aficionado al fútbol, a la música, al cine y a la vida, y ahora acaba de lanzarse con su propia web de crónicas y relatos
11 feb 2021 . Actualizado a las 14:36 h.Dice que es un buen lector de periódicos. «Desde que era un niño, los fines de semana se compraba toda la prensa, local y nacional. Recuerdo que mi padre escondía los suplementos para leerlos él primero», cuenta Jaime Vázquez. También es un melómano, un nostálgico y un disfrutón. Leyendo los artículos de periodistas como Leila Guerriero o Pedro García Cuartango descubrió el placer por las pequeñas historias bien narradas. Lo mismo con Jabois y con Tallón. «Siempre me ha parecido alucinante que en un espacio tan pequeño pudiesen llegar a contar cosas tan profundas y tan reales. A base de releerlos, empecé a animarme a escribir relatos sobre lo que me pasaba con mis amigos o sobre un partido de fútbol», admite.
De esta forma un ingeniero industrial ourensano que trabaja en una empresa de logística de drones en Madrid, donde reside desde hace 13 años, decide lanzarse a contar lo que piensa, lo que siente y lo que vive a través de un blog personal. Tiene las ganas, el millón de anécdotas y el talento natural para escribir. Pero el empujón final se lo dio su novia, la canaria Sara García, durante el confinamiento. «Se puso a diseñar y a crear la web, así que me lo puso muy fácil», dice Jaime. Homiño en Madrid recoge el mundo de las cosas que más le gustan. «Son mis vidas de repuesto, que diría Garci. Pequeñas crónicas de fútbol, cine, literatura o directamente de las mayores chorradas que me puedan pasar», explica. De pasiones, en las que también asoman emociones y algún que otro amor, como el que siente por su pueblo, Castrelo de Miño. Textos sencillos, ligeros y directos, repletos de naturalidad y cotidianidad. Sin grandes pretensiones, capaces de conseguir que el lector esboce una sonrisa. «Soy muy poco original y eso no siempre va en contra», bromea Jaime, que ha querido acompañarse de amigos y familiares en este proyecto. «Creo que todo el mundo tiene algo interesante que contar, por eso en la web hay una especie de tribuna en la que irán escribiendo las personas que me rodean», apunta. Del día a día de un dentista ourensano en Ibiza, o de un ingeniero de aldea en Uruguay, de lo que se siente al convertirse en padre o de aquella noche de concierto en el País Vasco. Todo tiene cabida en Homiño en Madrid porque aquí lo importante es pasarlo bien. «Es muy divertido y hay mucha variedad», promete este ourensano. ¿Y por qué hay que leerlo? «Porque estas historias podrían ser las tuyas», termina. ¡A revivir leyendo!