Proquiga: la empresa familiar que se anticipó al bum biotecnológico

INTERNACIONALIZACIÓN

MARCOS MÍGUEZ

Aplican la tecnología más precisa para conseguir alimentos más seguros y sanos: enzimas que sacan la lactosa de la leche o test que detectan antibióticos en los lácteos salen de la planta de esta compañía coruñesa donde las mujeres mandan

08 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Nació en 1986 como una pequeña empresa en el centro de A Coruña dedicada a la importación, exportación y distribución de ingredientes para alimentación, especialmente centrada en los lácteos. Este sector que fue y es vital en el ámbito rural de Galicia, sirvió para ir un paso más allá a Francisco Canteli, el fundador de Proquiga. El siguiente salto se produjo en 1993, cuando comienzan a fabricar sus propios cuajos naturales y recubrimientos para quesos y embutidos en Murcia, donde compran Caglio Star.

La consolidación se produce en el 98, año en el que inauguran su propia fábrica en Bergondo. De aquella planta de fermentación para la elaboración de enzimas y conservantes naturales que fueron ampliando salen hoy productos biotecnológicos que exportan a 57 países. «Las ventas fuera de España suponen el 65 % del total», destaca la directora general de Proquiga, Beatriz Canteli, sobre el proceso de expansión que su padre inició en los 80 por Europa y América Latina. Ahora están también en Rusia y otros países del Este (el 20 % de su cartera de clientes), en Oriente Próximo y Asia. Canteli dirige una firma de la que está orgullosa de destacar dos datos: el 90 % de los puestos directivos están en manos de mujeres y el 40 % del personal lleva más de 15 años en la empresa.

Bioquímicos, químicos, biólogos, ingenieros agrónomos y veterinarios componen el grueso de una plantilla de 33 personas (23 en Bergondo) entre las que está su hermana, Virginia, y que se duplicó en los últimos diez años.

Cien por cien familiar y dedicada a la industria de la alimentación, ¿qué es lo que fabrican? «Ofrecemos soluciones a medida, cada vez más diversificadas y “clean label”, que permitan eliminar los números -E a empresas lácteas, cárnicas y de bebidas», explica Canteli. Aquí se incluyen fermentos lácticos y probióticos para quesos, yogures y leches fermentadas. «Somos expertos en fermentos para productos menos tradicionales como kefir, quarg, ayran, semetana o skyr», indica.

Producen enzimas como lipasa, transglutaminasa, coagulante microbiano y quimosina. En España «somos uno de los principales proveedores de lactasa, que permite deslactosar la leche». Y también elaboran conservantes naturales (lisozima, pimaricina y nisina) o test de detección de antibióticos en la leche. A pesar de las trabas en la logística global a raíz del covid, tienen una meta para el 2021: alcanzar los 15 millones de facturación.

Innovación

Generan conocimiento y empleo en el ámbito científico y tecnológico. Una combinación por la que las empresas que arriesgaron apostando por un sector en el que Galicia era principiante hace unas décadas, el biotecnológico, defienden que la comunidad no debe perder este tren. Una necesidad que, tal vez, la pandemia hizo más palpable. «El biotech es un sector estratégico a nivel mundial y debería ser una apuesta de Galicia. En el ámbito de la alimentación, uno de los grandes retos es gestionar correctamente el aumento del consumo mundial (principalmente en Asia y África). Esto solo es posible con la inversión en soluciones biotecnológicas que permitan productos más saludables, sostenibles y especialmente dedicados a alargar la vida útil de los alimentos de forma natural», defiende Beatriz Canteli.

Proquiga cerró el 2020 con un crecimiento del 5 % y superó la barrera de los 14 millones en ventas. «Nos anticipamos al cierre mundial con un ambicioso plan de aumento de stocks», revela. Los últimos datos de este mes de junio arrojan otro crecimiento interanual del 3 %. Cuando los fondos europeos parecen la tabla de salvación, la empresaria coruñesa recuerda: «Si su uso se hace de manera eficaz y sirve para apoyar no solo a las grandes corporaciones, serán una gran oportunidad. Es importante recordar que el tejido empresarial gallego está formado principalmente por pymes».

MARCOS MÍGUEZ

«Somos más flexibles y rápidas que las grandes multinacionales»

 

M. M. Otero

Beatriz Canteli representa el relevo generacional en la empresa fundada por su padre, Francisco Canteli, en 1986. El mercado internacional supone el 65 % de sus ventas.

­-¿Cómo se puede competir con los gigantes multinacionales?

-El mercado mundial está dominado por un grupo muy reducido de grandes multinacionales (que ofrecen productos y asesoramiento), junto con empresas chinas que fabrican ingredientes en masa, pero sin conocimiento en las aplicaciones. Nuestra diferencia es que somos más flexibles y rápidas que las multinacionales y esto nos permite ofrecer productos a medida, con soluciones adaptadas a los procesos productivos de nuestros clientes. Ahí encontramos nuestro nicho de mercado.

­-¿Existe un ecosistema en Galicia cada vez más favorable?

-Contamos con un capital humano muy bien formado en las universidades gallegas. Sin embargo, a la hora de montar una empresa de biotecnología, nuestra experiencia es que todo lo hemos tenido que hacer a partir de recursos familiares, reinvirtiendo en la compañía. El proceso administrativo no tiene fácil encaje con el modelo de mercado, que requiere agilidad e inmediatez. Si quieres que un desarrollo de un producto nuevo salga, no puedes esperar a una subvención porque pierdes tu oportunidad. Esperemos que eso cambie.

-¿Otra materia pendiente?

-Creemos que la de una mayor colaboración entre las empresas y los centros de investigación, para que la investigación busque soluciones demandadas por el mercado.