Una crema de orujo de Adegas Moure, entre los tres mejores licores del mundo

INTERNACIONALIZACIÓN

Juan Paredes, representante de los destilados de Adegas Moure en Estados Unidos, con una botella de la crema de licor
Juan Paredes, representante de los destilados de Adegas Moure en Estados Unidos, con una botella de la crema de licor

La revista estadounidense «Wine Enthusiast» le concede una de las puntuaciones más altas en su top cien de este año

10 dic 2020 . Actualizado a las 17:33 h.

La pandemia anima las ventas de bebidas espirituosas en Estados Unidos. Cada vez más consumidores se deciden a experimentar con destilados y licores en sus cócteles caseros. «A todos nos viene bien un poco de consuelo este año», apunta Kara Newman en las paginas del Wine Enthusiast.El último número de la versión digital de esta revista, especializada en vinos, licores, gastronomía y viajes, recoge un top cien de las mejores bebidas espirituosas del año que lleva la firma de esa periodista especializada. Un orujo de Adegas Moure está entre los tres mejores del mundo en la categoría de licores.

La crema de licor de Abadía da Cova, elaborada en la destilería de la bodega de Ribeira Sacra Adegas Moure, ocupa el tercer lugar con 94 puntos. En la escala del Wine Enthusiast, publicación que tiene su sede en Nueva York, esa nota significa situarse un peldaño por encima de la categoría de «excelente». Por delante solo están una crema de whisky irlandesa y una crema de ron elaborada en una destilería de Nashville, en Estados Unidos.

«Estamos encantados porque é unha revista de moita difusión, superior incluso a outras que aquí soan máis», comenta el gerente de Adegas Moure, Evaristo Rodríguez. La destilería ubicada en el municipio de O Saviñao, que fue creciendo de forma paralela a la bodega, incorporó la crema de licor a su catálogo de bebidas espirituosas hace más de veinte años. En un primer momento se denominaba crema de orujo, pero un cambio normativo a nivel comunitario obligó a dejarla en crema de licor.

Si se mencionaba el orujo en la marca comercial, el contenido alcohólico del licor debía ser el mismo de la bebida de partida y la destilería buscaba sensaciones más suaves que las propias de un aguardiente. Los orujos superan los cuarenta grados de alcohol y la crema destacada por el Wine Enthusiast tiene en torno a quince. Kara Newman dice de ella que es fácil de beber, suave y provista de una sutil nota mentolada que asoma en sus aromas y de reconoce al beberlo. Una buena opción, según explica en su reportaje, para quedar bien con uno mismo o en los regalos de Navidad.

La audiencia del Wine Enthusiast se sitúa en unos 500.000 lectores tomando como referencia Estados Unidos. A nivel internacional, habría que sumarle otros 300.000 destinatarios. «La puntuación está superbién porque aquí el top de esa revista es la referencia en licores», apunta Juan Paredes, monfortino afincado desde hace años en Nueva York. Distribuye los vinos más clásicos de Adegas Moure en esa zona y es el representante de sus destilados para todo Estados Unidos. En este último catálogo tienen cabida además el aguardiente de orujo, el aguardiente envejecido en barrica y los licores de café y de hierbas que llevan la marca de Abadía da Cova.

«No es fácil vender vino en estos momentos. La restauración está prácticamente muerta y solo te salvas si dispones de licencia para distribución en tiendas. Incluso ahí hay que trabajar el doble para vender la mitad. Los destilados casi los llevo por hacer patria. A nivel de negocio, es difícil ganar dinero con ellos en un mercado dominado por grandes marcas más competitivas en precio y que hacen campañas muy fuertes de publicidad», dice Paredes, cofundador de la firma Spanish Acquisition, al otro lado del teléfono.

Al no poder competir en precios con las grandes marcas, este tipo de destilados se dirigen necesariamente a lo que define como un mercado «de boutique». La crema de licor de orujo es reconocible para el comprador estadounidense por la presencia de cremas de whisky en el mercado. Para explicar qué es el orujo, la base de este licor, es necesario echar mano necesariamente del paralelismo con la grappa italiana, un destilado de bagazo bastante más conocido y apreciado a nivel internacional.

«El licor de Abadía da Cova lo vendo más a americanos que a gente con raíces en España, o en Galicia concretamente. A los americanos que lo han catado les ha encantado, sin tener de entrada ni idea de lo que es un orujo gallego», señala el representante de Adegas Moure. Los aranceles que pesan sobre la entrada de licores en Estados Unidos son del 25% y el precio de referencia de la crema de licor de Abadía da Cova —en España cuesta 9 euros la botella de 700 centilitros— es de 44 dólares.

«La política de impuestos a la importación puede que cambie con Biden, pero no va a ser algo inmediato», opina Paredes, que en su día fue responsable de la oficina del Igape en Nueva York y dirigió la delegación de la extinta Caixanova para el noroeste de Estados Unidos. Si se frena la pandemia, está seguro de que los aranceles serán un mal más llevadero para la venta de vinos y licores: «Trump se equivocó al quitarle importancia al coronavirus, cuando quiso tomar las riendas ya era tarde».