Cómo ir a por setas sin salir de tu propia casa

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

M.MORALEJO

La marca Resetea, creada por emprendedores de Vigo, lanza al mercado internacional sus cajas de regalo para cultivos caseros culinarios, de brotes y aromáticas, que aprovechan como abono los posos del café

27 sep 2020 . Actualizado a las 00:46 h.

Hay quien con los posos del café asegura poder leer el porvenir. En cambio, otros, con lo mismo, con los residuos que genera que los granos terminen en una taza humeante, son capaces de modificar su presente y modelar un futuro laboral que no cesa de crecer. Es el caso de Resetea, la empresa que en el 2014 pusieron en marcha cuatro emprendedores de Vigo, que empezó produciendo paquetes de autocultivo de setas para que creciesen en el entorno doméstico, aprovechando los sedimentos del café como excelente abono natural. En aquel momento su idea pintaba tan bien que fueron seleccionados para el plantel de ViaGalicia, la aceleradora de empresas que ofrece ayudas de todo tipo para hacer viables proyectos brillantes.

Seis años más tarde, Resetea resplandece con nuevas ideas y un plan de internacionalización que está llevando sus productos por todo el mundo con el soporte de Amazon. Con base en Redondela, ahora son tres los responsables de esta firma cuyo producto principal, los kits de autocultivo de setas, acercan la naturaleza a los urbanistas con microhuertos que pueden brotar en cualquier rincón de una casa. Tras la marcha del informático Beltrán Orío, ahora son el biólogo Iñaki Mielgo, el gestor Cristian Suárez y el diseñador gráfico Luis López los especialistas, cada uno en su campo, detrás de la marca.

Fue un aficionado a la micología como Iñaki el que tiró de los demás cuando descubrió el movimiento Economía Azul, que propone el uso de residuos como materia prima. Así, dejó atrás los proyectos de investigación que coordinaba en la USC y se puso a experimentar con las setas y usar como estrato posos de café que iba pidiendo en las cafeterías cerca de su casa.

Con los kits de autocultivo, lo que ofrecen, básicamente, es la posibilidad de que el usuario vea crecer en casa sus propias setas y luego se las coma. En concreto, las setas ostra. «Que viva la experiencia de cultivar, porque el que reside en un entorno urbano, que es donde está nuestra principal clientela, (de hecho es en Madrid donde vendemos más) no está acostumbrado a verlas crecer. O las ves en el campo o en la bandeja del súper», explica.

Como se suele decir, empezaron prácticamente en un garaje y, según recuerda Luis, «fuimos evolucionando hacia más productos. El gran cambio se produjo con ViaGalicia en el 2015. Ahí ya recibimos inversión externa, lo que nos permitió crecer, cambiar de local, invertir en maquinaria y personal y desarrollar una estrategia un poco más ambiciosa».

El diseñador cuenta que la mayor parte de la facturación la hacen a través de tiendas físicas y este año, con el tema del covid, decidieron internacionalizar su oferta y ampliarla. Además de las setas, tienen varias líneas nuevas, todas enfocadas hacia cultivos, como los kits culinarios gourmet (perejil, albahaca y cilantro), el de pizzas (orégano, albahaca y tomates), superalimentos, flores comestibles, brotes para hamburguesas o gintonics . «Hacía mucho que nos decían que nuestros productos podían pegar muchísimo fuera pero nos daba miedo dar el paso por la inversión que supone en traducciones, packaging y captación de clientes».

Resetea tiene tienda online en su propia web, aunque reconocen que la mayor parte de su facturación se produce en tiendas. Por el tipo de producto que venden se podría pensar que los viveros o tiendas de jardinería son su espacio natural, pero curiosamente, es en el sector del regalo donde están presentes, desde franquicias como FNAC a, en Vigo, locales como Natura o Vaidhé y establecimientos especializados en productos ecológicos como Urbanic o Terrae. En el extranjero cubren los envíos a toda Europa con Amazon, sobre todo en el mercado francés, italiano, alemán y británico, «combinado con una estrategia más lenta buscando distribuidores fuera, empezando por Francia», revela.

Un poco de historia.

El prisma ecologista envuelve el proyecto de Resetea. Ellos siguen recogiendo posos de café en cafeterías a las que acuden un par de veces por semana. Van a recogerlos, los esterilizan y los usan como sustrato. Para los kits de cultivo, en vez de semillas usan la técnica japonesa Nendo Dango. «Encapsulamos a mano con arcilla y abono unas bombas de semilla que la preservan durante mucho tiempo y a la hora de germinar el éxito está garantizado por los nutrientes que lleva», asegura. La setas vienen en bolsas selladas que hay que meter en agua, mantener la humedad y cada kit puede dar tres o cuatro cosechas, cerca de un kilo de setas ostra... ¡y a cocinar!