No solo de puntos Parker vive el vino

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

Vendimia en la viña de Camiño Novo, de la que sale el vino destcado por la Guía Peñín
Vendimia en la viña de Camiño Novo, de la que sale el vino destcado por la Guía Peñín ENVINATE

Envínate despunta en el ránking español del critico James Suckling con sus primeros tintos sin sello de Ribeira Sacra

05 feb 2020 . Actualizado a las 10:06 h.

Quién no ha oído hablar en alguna ocasión de puntos Parker. Durante los últimos años, fueron el pasaporte que abría todas las puertas en el mercado internacional del vino. En realidad, y en el caso de España, el crítico estadounidense rara vez los cataba. Pero eso era lo de menos: lo importante era el marchamo de su apellido. El fenómeno de Robert Parker ha ido abriendo el abanico de prescriptores en el mundo anglosajón: Jancis Robinson, Eric Asimov, Tim Atkin... También James Suckling, exeditor del Wine Spectator que ahora marca tendencia en su propia web. Envínate, bodega que dejó la denominación de origen Ribeira Sacra el pasado año, sobresale en el último top cien de vinos españoles que firma Suckling.

Envínate es el proyecto de cuatro amigos que se conocieron cuando cursaban estudios de enología en Alicante. Trabajan en diferentes zonas vitícolas de España con una misma premisa: reflejar la personalidad del viñedo de origen de los vinos en vez de parecerse a los demás. Entre sus integrantes está el sarriano Alfonso Torrente, que tenía claro que Ribeira Sacra debía ser uno de sus centros de operaciones. Acogidos a la denominación de origen hasta enero del 2019, ese año decidieron que lo mejor era continuar por libre.

Al igual que hasta entonces, sus vinos proceden mayoritariamente de viñedos de la ribera de Doade. También siguen elaborando en una bodega situada dentro del mapa de la denominación y que alquilaron en el 2013 después de estar varios años de prestado. ¿Cuál es la diferencia? Pues que las marcas que elaboran en la Ribeira Sacra, al menos geográficamente, salen ahora sin la contraetiqueta del consejo regulador. Una de ellas, el tinto de finca Lousas Parcela Camiño Novo 2017 (sobre 30 euros), es la referencia gallega mejor valorada por Suckling en el top cien de los mejores vinos españoles del pasado año.

Su otro tinto de parcela, Lousas Seoane 2017, figura entre los destacados del crítico estadounidense. Ambos proceden de la primera cosecha que elabora Envínate fuera de la denominación de origen Ribeira Sacra. Esa añada tuvieron problemas para lograr la contraetiqueta del consejo regulador en el examen al que se someten los vinos antes de su embotellado. A Alfonso Torrente, ganador de un concurso internacional de cata, aquello no le pareció «normal».

Torrente prefiere pasar página y quedarse con el espaldarazo de la crítica. «La exportación es muy importante para nosotros y este tipo de ránkings son los que te permiten posicionarte fuera de España. Suckling tiene además bastante influencia en el mercado asiático», dice el enólogo sarriano. Es un detalle que no conviene perder de vista en el actual momento de incertidumbre para las ventas de vino en Estados Unidos y Reino Unido.

Rías Baixas y Valdeorras

Camiño Novo y Seoane son dos de los tres vinos que coloca Envínate en el top cien de vinos españoles que firma el antiguo editor del Wine Spectator. El tercero es una garnacha tintorera que elaboran con la marca Albahra en la localidad albaceteña de Almansa. La bodega de Rías Baixas Albamar también sitúa tres albariños en el ránking de James Suckling: Pepe Luis 2017, 69 Arrobas 2017 y Albamar 2018. Los otros vinos gallegos destacados por el crítico estadounidense son El Palomar 2017 y Zárate 2018, de Eulogio Pomares (Rías Baixas); As Caborcas 2016, el proyecto del prestigioso enólogo Telmo Rodríguez en Valdeorras; y La Comtesse 2016, de Pazo de Barrantes (Rías Baixas).

El top cien es una selección de los 2.000 vinos españoles que cataron el pasado año James Suckling y su equipo. Frente a una «vieja escuela» que tilda de «aburrida» por sus excesos de madera, extracción y madurez, su top cien reivindica una nueva corriente que se caracteriza por la elaboración de vinos «más equilibrados y potables». Por cierto, el número uno es el Ribera del Duero Dominio de Pingus 2016, «increíblemente complejo» y al mismo tiempo «armónico y fácil de beber». Un bien escaso de una gran añada que sale por 1.250 euros la botella.