Las galletas que han llevado 64 empleos bajo el brazo al rural

María Cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

Daveiga Producción Responsable es el sueño de unos hermanos de Rodeiro que querían contribuir al desarrollo local. Producen 6.000 kilos al día

15 dic 2019 . Actualizado a las 23:06 h.

Trabajaban en el sur de Pontevedra, pero no habían perdido el vínculo con Rodeiro, su concello de origen. Querían regresar con un proyecto capaz de mostrar el amplio potencial que tiene en Galicia el medio rural. Xosé Lois, Óscar y Carlos Lamazares le dieron muchas vueltas a la cabeza, barajaron varios proyectos, pero fue en un viaje a Argentina para ver a otro de sus hermanos donde les llegó la inspiración. «Descubrimos as galletas salgadas, fixemos un estudio de viabilidade comercial e un proxecto e comprobamos que tiñan futuro», explica Xosé Lois.

Fue de ese modo, con la colaboración de otros tres hermanos más, cómo nació en Chantada en el 2005 Daveiga Produción Responsable. Esa es la sociedad laboral que está detrás de las famosas Mariñeiras, unas galletas que llegaron al mercado en el 2006 y que han traído bajo el brazo a esa parte del interior de Galicia más de 60 puestos de trabajo. «Comezamos cinco ou seis persoas e agora temos 67 empregos estables no polígono dos Acivros, en Chantada. O noso proxecto aposta pola economía social por medio da fórmula de sociedade laboral. En modo de traballo é intensivo, no que prima a xornada continúa para favorecer a conciliación. Agora somos 34 socios traballadores», comenta Xosé Lois. Ahora, en su planta producen 6.000 kilos de galletas al día.

El secreto del éxito de las Mariñeiras que conquistan paladares en Portugal, Galicia y toda España, no es otro que, como cuenta este emprendedor, las materias primas naturales que se utilizan en su elaboración. «Temos a autorización para producir bio e tamén certificamos como veganas a maioría das nosas liñas porque queremos aproveitar ese nicho de mercado», apunta.

Con la harina de trigo como ingrediente principal, en este momento las galletas tienen un alto porcentaje de trigo del país, aunque el volumen de producción actual requiere que también tengan que traer producto de Castilla. Lo mismo ocurre en el caso de la mantequilla, que usan para su variedad clásica, o el aceite de oliva , ingrediente que utilizan en un 90 % de su producción. «Tratamos de que as materias primas que utilizamos sexan producidas ou transformadas no entorno máis cercano», añade. Además, defienden el uso de productos naturales, rechazando aquellas que puedan haberse manipulado genéticamente o lleven aditivos, conservantes o saborizantes.

Valor añadido

Es su forma de contribuir al desarrollo del rural con un proyecto innovador que va más allá de las actividades tradicionales del campo porque, además, aporta valor añadido. «Queda aínda moito camiño na contribución ao desenvolvemento rural, pero vemos que a longo prazo proxectos como o cultivo de cereais teñen moito potencial», apunta Xosé Lois.

Lo que se preguntarán, más allá de todo esto, es ¿por qué unas galletas hechas en Chantada, a unos 150 kilómetros de la costa, llevan por nombre Mariñeiras? Tiene su explicación: «É que non son máis que unha adaptación moderna do pan de barco ou biscoito de barco, unha solución moi antiga que usaban os mariñeiros para conservar o pan nas longas viaxes en barco de forma natural», explican desde la sociedad. En definitiva, tradición al servicio de la modernidad.