Xarda congelada en Foz rumbo a China

Lucía Rey
lucía rey FOZ | CERVO / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

PEPA LOSADA

El bajo precio del pollo en África obliga a las firmas gallegas que exportan a buscar nuevos mercados

07 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una madre africana con seis niños acude al mercado para comprar pollo o pescado congelado. Alimentar a sus hijos lo mejor posible, con proteínas de calidad, y al mismo tiempo lo más barato posible, le parece más importante que el sabor o el origen, así que el precio hará que compre un producto u otro. ¿Pero sabe usted que de la decisión que tome esa mujer, que parece tan sencilla y tan lejana a la vez, va a depender que miles de toneladas de caballa -también llamada xarda o verdel- que se congelan estos días en Galicia pongan rumbo a África, a China, a Estados Unidos, a Europa del este e incluso a Oriente Medio? «É certo que nós competimos con outras empresas do sector, pero tamén co polo. Se o polo vai máis barato que os peláxicos, sabemos que nese mercado imos vender menos», explica Concepción Blanco, directora de importación y exportación de Pescados Rubén, una empresa puntera que en el 2017 produjo unos 17 millones de kilos de pescado congelado, de los que alrededor de 4 fueron caballa.

«A xarda move moito negocio, pero cun pouco máis de cota podería mover moito máis»

Esta es una de las alrededor de 12 empresas de A Mariña, A Coruña, Ribeira o Vigo que desde mediados de marzo y hasta dentro de unos días trabajan a destajo, multiplicando personal e incluso produciendo las 24 horas del día, para hacer acopio de mercancía para congelar durante las «cuatro o cinco» semanas que dura la campaña de la caballa Scomber scombrus». «Este ano, a xarda xa está custando nas lonxas do Cantábrico entre 0,90 e 1 euro, e en África, todo o que supere o euro é complicado de vender», agrega Blanco, que indica que esa circunstancia les ha obligado a captar clientes en China -«donde a compran toda», apunta-, Estados Unidos o Japón. «Nos últimos anos, case o 90 % da produción xa fora para África», apuntó.

Competir con todo el mundo

A escasos kilómetros, en el polígono de Cuíña, en Cervo, se ubica Frigomar, que también ha tenido que redirigir parte de la producción. A la cabeza se sitúan Egipto y países de Europa del este, como Bulgaria y Rumanía; además de Italia, Portugal, Canadá y Estados Unidos, donde es adquirida principalmente por población inmigrante, detalla su gerente, Marcos Salgueiro. «A exportación ten unha cousa boa e unha mala. A boa é que se falla un país, sempre hai un plan b. A mala é que ti compites con todo o mundo. Se Xapón, por exemplo, fai un produto máis barato, pode copar algún mercado. Igual que abre moitas portas, vender fóra tamén pecha outras», añade el directivo de la firma mariñana, que lleva una década vendiendo en el exterior caballa, chicharro o xurelo, sardina o bogas. En el 2017 congelaron en torno a los 3 millones de kilos de caballa. «Este ano vai ser un pelín peor. Creo que andaremos en torno ás 2.800 toneladas», avanza el responsable de una empresa que estos días pasa de 24 a 45 trabajadores. También multiplica plantilla estas semanas Frigoríficos Botana. Durante la campaña de la xarda alcanza los 250 empleados frente a los 30 habituales, explica su gerente, Manuel Casal. En su caso, la competencia radica más en las capturas que hacen países como Islandia o Noruega. Casal recuerda que cada tonelada de caballa implica 11 horas de trabajo en fábrica. De ahí que, al igual que Blanco y Salgueiro, también abogue por un aumento de la cuota que reparte la UE a España. «Se a campaña durase un pouco máis, repercutiría no PIB», indican.