Enmanuel Reyes: «Si Europa y la ONU no nos apoyan, habrá más muertos»

CUBA

El boxeador cubano afincado en A Coruña cree que el pueblo está cansado y la revuelta no tiene marcha atrás

14 jul 2021 . Actualizado a las 14:55 h.

Mientras ultima su desplazamiento a Tokio para disputar los Juegos Olímpicos, el boxeador cubano afincado en A Coruña Enmanuel Reyes sigue con preocupación y esperanza la revuelta que ha estallado en su país. En La Habana reside su madre, con la que no ha perdido el contacto pese a las restricciones de Internet impuestas por el Gobierno. «Este martes por la mañana aún recién hablé con ella y está bien. No sale de casa, pero gracias a Dios no le falta comida ni nada», reflexiona. No así a algunos amigos, con los que sí le está siendo más difícil comunicarse, pero que está convencido de que están sufriendo un calvario: «Tengo muchas amistades que sé que lo están pasando mal. Los alimentos no llegan, la represión es enorme... Esto no puede seguir así».

Emmanuel cree que lo iniciado en Cuba no tiene marcha atrás. Que el pueblo se ha cansado y que el régimen castrista tiene los días contados: «Esta vez va en serio. Están matando mucha gente en la calle. El pueblo tiene hambre. El coronavirus ha servido para empeorar todavía más la ya mala situación que se vivía. Y la respuesta policial está siendo pegar tiros. No se puede consentir. Hay que acabar ya con toda esta mierda», asevera.

Pero para que la revuelta triunfe, el boxeador, que luchará en Tokio por una medalla, tiene claro que los cubanos precisan ayuda: «La victoria depende de que la Unión Europea y la Organización de las Naciones Unidas tomen conciencia de lo que está sucediendo. A partir de ahí, si apoyan al pueblo cubano habremos ganado. De lo contrario, será otra derrota más y después de hoy habrá muchos más muertos», advierte.

Nacido en La Habana en 1992, Emmanuel Reyes huyó de Cuba en el 2017, persiguiendo el sueño de ser olímpico. Tras un difícil viaje, en el que tuvo que esconderse en Rusia y fue preso en Alemania, consiguió llegar a A Coruña, en donde residen su abuela y su tío. Ahora, cuatro años después, está a pocas semanas de disputar su primer combate olímpico.