Rubén Lijó Santos: Dos mil kilómetros de solidaridad

Ana Lorenzo Fernández
ana lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

COOPERANTES

CARMELA QUEIJEIRO

El buceador ribeirense recoge calzado y comida para llevar a los niños del Sáhara

26 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ocho años que el ribeirense Rubén Lijó acudió a África por primera vez y pudo comprobar cómo son las condiciones en las que viven en el Sáhara, una situación que le removió el cuerpo, sobre todo por las decenas de menores que se encontró a su paso y a los que se propuso echar una mano. «En ese primer viaje íbamos cuatro amigos en moto, y no parábamos de encontrarnos a niños que salían a la carretera a saludarte o incluso bajaban de las colinas. La verdad es que me quedé con esa espinita de no haber llevado nada para ayudarles», recordó el buceador, que trabaja en el helicóptero de rescate Pesca 1, del Servizo de Gardacostas de Galicia.

Al año siguiente volvieron a repetir experiencia, pero esta vez ya fueron cargados con material escolar, «aunque no era demasiado, porque lo que puedes llevar en una moto no es mucho». Sin embargo, también en esta segunda ocasión se quedaron con la pena de que su colaboración fue insuficiente. Así que la tercera expedición a tierras africanas ya la hicieron con cuatro vehículos todo terreno en los que pudieron meter comida no perecedera, material escolar y algo de ropa.

«Cuando estábamos esperando en la frontera para coger el ferri, vimos a otras personas que iban con camiones para llegar a Sudáfrica y ayudar a los niños, llevándoles comida y ropa, y también con la idea de impartir talleres para educar a los pequeños. Me parecieron unas iniciativas espectaculares de gente muy especial, y ahí fue cuando se me ocurrió llevar a cabo un proyecto parecido», apuntó Lijo, que también reconoció que por su trabajo y su familia no tendría posibilidad de embarcarse en una expedición tan larga, pero podría hacer pequeñas escapadas. Su siguiente objetivo fue adquirir un camión todo terreno, de los que usan los bomberos y algunas constructoras, que luego adecuó par convertirlo en autocaravana, y que le servirá para llegar hasta el Sáhara y poder ayudar al mayor número de niños posible.

Reto difícil

La meta no es nada sencilla porque el vehículo con el que recorrerán más de 2.000 kilómetros entre Ribeira y esa región africana tiene 30 años de vida. «Es un camión bastante fiable, pero está muy viejo y hay cosas que se van rompiendo.», destacó el fundador del Pegasus Rescue Team, que también apuntó que llevan bastantes herramientas para poder hacer reparaciones de emergencia. Además, un factor que juega a su favor es que no dispone de ninguna parte electrónica, «por lo que si tenemos alguna avería será mecánica».

Ahora mismo ya están poniéndolo a punto, porque dentro de un mes está previsto que inicien esta expedición africana. De hecho, el día 1 de marzo realizará un recolecta en la plaza del Concello de Ribeira, en la que recogerá calzado para niños -entre los número 24 y 36-, latas y alimentos no perecederos, sobre todo legumbres, arroz y pasta. «Nuestra idea es salir al día siguiente, para coger el ferri Tarifa-Tánger el 3 de marzo. Si todo va bien, esa noche ya estaremos en Tánger y todavía nos quedarán 1.000 kilómetros hacia abajo para llegar hasta el Sáhara. En total, desde Ribeira serán 2.000 kilómetros de distancia», calculó Lijó, que tiene como objetivo estar entre siete y diez días haciendo el reparto de material en la zona.

Además de la recolecta, también necesitarán colaboración económica, porque toda la expedición está costeada con fondos propios, y solo el combustible y el billete del ferri superan los 2.500 euros. Para ayudarles a financiar el viaje, el equipo Pegasus Rescue Team ha repartido varias huchas en distintas entidades y también ha habilitado una cuenta en un banco en la que poder hacer donativos.