«Cuando ves las cosas sobre el terreno te cuestionas por qué tanta desigualdad»

El nombre de Óscar Martínez está vinculado para muchos ourensanos al deporte, más concretamente al fútbol. Fue delantero en el CD Ourense antes de ser reclamado por el Real Madrid para su equipo filial. Fue el principio de una trayectoria profesional que le llevó al Lleida, el Linares, al Granada, el Alavés y el Oviedo antes de volver a vestir la rojilla ourensana un último año. Pero además de la faceta deportiva, Óscar tiene una vena solidaria que ha desarrollado en los últimos años y que le llevará a Senegal este mes de diciembre.

-¿Cómo empezó a interesarle la cooperación internacional?

-Todo empezó en Granada. Me lesioné en un partido de liga y aunque seguí jugando infiltrado al final me operé. En la mutua donde hice la rehabilitación conocí a Ana Belén García, que es la presidenta de la Asociación Solidarios por el Mundo, Asmun. Trabajaban principalmente con los saharauis y me animé a ir con ellos en uno de los viajes que organizaron a los campamentos de refugiados del desierto. Aunque ya conocía el tema y estaba bastante concienciado con la situación, ese viaje me impactó. Cuando ves las cosas sobre el terreno te cuestionas por qué existe tanta desigualdad.

-¿Viniendo de un mundo como el del fútbol impacta más?

-No es mi caso. Yo vengo de una familia con ocho hermanos y muy humilde; y no todos ganamos lo que ganan en algunos equipos. Pero sí es cierto que, al margen de lo que ganes, en algunos clubes te sientes socialmente como encumbrado porque hay lugares donde la afición es muy del equipo de su ciudad, y la gente te reconoce, te saluda y te hace sentirte especial. De todos modos cuando ves esas cifras astronómicas en el fútbol y luego conoces lugares como los campamentos saharauis donde hay gente que lleva allí toda la vida, 42 años nada menos, en medio de la nada; sin agua, sin aire acondicionado con veranos de 60 grados, haciendo un agujero en la arena para hacer tus necesidades piensas si realmente es justo estar en un sistema en el que unos reciben tanto y otros tan poco.

-¿Qué proyectos van a desarrollar en Senegal?

-Vamos a la región de Thies, una zona muy pobre que no tiene nada que ver con Dakar. Trabajaremos en tres grupos en un colegio, en un orfanato y en una cooperativa de mujeres que se dedican a la agricultura. Para el orfanato llevamos mesas y sillas, haremos algunos baños y la instalación eléctrica. A las asociación de mujeres, además de herramientas, se les explicarán técnicas nuevas de agricultura y colocaremos unas placas solares para que tengan energía. Al colegio, además de llevar material escolar, vamos con un proyecto de fomento del deporte. Allí hay mucha afición tanto al fútbol, principalmente entre los chicos, como al balonmano entre las chicas. Tenemos equipaciones que nos donó el Granada y vamos a organizar varios torneos. También llevamos, donados por la asociación nacional de los farmacéuticos, tensiómetros y glucómetros y tiras reactivas para el control de la diabetes.

-¿Hay más colaboración ourensana en este viaje?

-De los once que vamos, casi todos son de Granada. De Galicia va también un amigo mío de Lugo. Pero Ourense también aporta a esta iniciativa. Le pedí a una amiga ilustradora de Madrid que me hiciera un diseño y lo coloqué en unas camisetas que estuve vendiendo a diez euros. La verdad es que con el tema del fútbol conoces bastante gente y empecé a moverlas en mi propio círculo, en la familia, en el gimnasio... y se fue corriendo la voz. Al final de la tirada que hice de cien pocas quedan.

-¿Y ya tiene pensado si seguirá por este camino cuando regrese?

-Yo quiero seguir colaborando. Ahora desde el Sáhara me han pedido si puedo acompañar, como seleccionador, a los niños de 11 y 12 años a un campeonato al que les han invitado en Bogotá. Es un proyecto complejo porque hay que conseguir el dinero para el viaje de los niños y he empezado a moverme con la Federación Española de Fútbol. Veremos si finalmente podemos conseguir lo necesario porque para ellos sería un sueño.

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