Una profesora de Nigrán crea y ensaya con un grupo de gaitas de Brasil por Skype

Monica Torres
mónica torres NIGRÁN / LA VOZ

BRASIL

Los 17 músicos del Centro Español reciben las clases de May de la Peña los sábados

18 abr 2016 . Actualizado a las 23:13 h.

Varios de los alumnos de May de la Peña están a más de 5.500 kilómetros de distancia. Se conocieron personalmente en Brasil, a donde ella viajó a través del programa de profesores gallegos del mundo de la Xunta en el 2011. Desde entonces solo han podido trabajar juntos físicamente en dos ocasiones, pero desde Nigrán, May de la Peña ha creado, ensaya y dirige al Grupo de Gaitas y Percusión de Santos, un municipio de costa como el suyo pero que está en litoral de San Paulo.

Fue uno de sus alumnos, de tan solo siete años, el que le dio la idea de sortear las fronteras espaciales a través de las vídeo llamadas gratuitas de Skype. «Yo daba clases de baile en el Centro Español de Santos y ellos eran muy buenos y trabajaban mucho así que me pareció muy injusto que tuvieran que danzar con música de disco compacto», recuerda May de la Peña. La hija de Teodoro de la Peña y Gloria Costas, fundadores de la asociación Breogán Valle Miñor, entidad que cumple ahora 40 años y en la que trabaja con su hermana gemela Glori, ha heredado también su pasión por la música y el arte, así que no dudó, recuerda, en buscar una alternativa a la música enlatada.

«Tenían algunas gaitas pero muy viejas y estropeadas así que, aún allí, lo que hice fue hacer flautas rectificadas, que se consiguen empleando silicona para abrir o cerrar los agujeros y conseguir así tonalidades parecidas a las de la gaita», explica la joven miñorana. También arregló algunas de las gaitas que aún tenían posibilidades y, sobre el terreno, dirigió aún las primeras actuaciones de su grupo brasileño-gallego. Entonces eran unos 6 jóvenes músicos, pero, a día de hoy son 17 en plantilla, 12 gaiteros y 5 especialistas en tambor y bombo.

Las clases son los sábados y aunque la profesora está en Nigrán y hay un océano de cinco horas de distancia, han conseguido tocar juntos.

Tanto así que hasta antes de cada actuación, «y también a través del Skype, repasamos y afinamos los instrumentos». Al principio fue todo de oído ya que el programa de comunicación gratuito les jugó una mala pasada y trabajó con varios alumnos pixelados antes de volver a cruzar el charco y conocerlos personalmente.

«Actualmente ya son un grupo bastante bueno y conocido con un repertorio de unas treinta piezas», desvela su profesora. Los ensayos acostumbran a ser entre las tres y las nueve de la noche de los sábados, o sea entre las diez y cuatro de la tarde en Brasil. «Entraña cierta dificultad porque tienes que innovar técnicas y recursos, pero funciona», confirma la veterana profesora que creció a la par que la asociación Breogán valle Miñor. Ante los respectivos ordenadores afinan instrumentos a la vez. «Coloco mi palleta cerca de la pantalla sobre fondo negro o blanco para que se vea mejor y así ellos repiten los movimientos para abrir, cerrar, subir o bajar los tonos, utilizamos técnicas así para poder hacer la afinación del ronco y manipular la palleta», señala. Primero ensayan por partes pero luego hacen el ensayo conjunto de gaitas y percusión, también a través del Skye. Ahora disponen de nuevos instrumentos donados por la Xunta. El éxito de su fórmula a través de Skipe le ha valido además a esta profesora que su nombre figure ya en el cuadro de socios de honor del Centro Español de Santos, justo después del rey Juan Carlos.