«Aquí la gente protesta si al entrar en un sitio hay alguien sin mascarilla»

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial REDACCIÓN / LA VOZ

ASIA

Alberto Muñiz, hoy por la mañana, en una de sus clases de ajedrez en Hong Kong
Alberto Muñiz, hoy por la mañana, en una de sus clases de ajedrez en Hong Kong

Hong Kong, con 7,5 millones de habitantes, solo ha registrado 4 fallecidos y mil contagiados. El carballés Alberto Muñiz reside en esta región especial de China, donde las recomendaciones se siguen a rajatabla

25 abr 2020 . Actualizado a las 12:49 h.

En Hong Kong, o más bien en la oficial Región Administrativa Especial de Hong Kong de la República Popular China, viven siete millones y medio de habitantes y solo se han registrado cuatro fallecimientos por coronavirus de momento. Los números son mejores en la casi vecina Macao, con cero muertes, aunque por población nada tiene que ver esta ciudad que perteneció a Portugal (566.000 habitantes). 

En este otro lado del mundo vive, desde enero del 2012 —tras pasar antes por Singapur, adonde llegó en marzo del 2007— el carballés Alberto Muñiz Pardiño, de 42 años. Es físico, pero sobre todo es ajedrecista de convicción y trayectoria, veterano profesor de este deporte de mesa, y con un buen currículo a sus espaldas: campeón nacional hongkongita, y uno de los representantes en las olimpiadas del 2014, y antes en el Campeonato de Asia.

Alberto explica lo que, desde su punto de vista, ha sido muy importante para contener el virus: «En general lo que creo que ha sido fundamental es que aquí las recomendaciones se han seguido a rajatabla y no hemos llegado a que sean imposiciones. Salvo cerrar el colegio desde final de enero, todo han sido recomendaciones de permitir a los trabajadores trabajar desde casa, de salir lo mínimo... y la gente lo ha hecho». Añade: «Aun pudiendo salir sin necesidad de justificar nada, la gente lo ha hecho lo mínimo estos meses. En España o Italia, en general, las recomendaciones no valen de nada, y las imposiciones parece que tampoco es que sean 100% efectivas, como se ve».

«Desde el minuto uno, todo el mundo va con mascarillas»

En cuanto al día a día, Muñiz explica que las escuelas cerradas desde finales de enero y no reabrirán este curso, todo se hace a través de Internet, y ya se verá si en agosto se va a poder empezar de nuevo. En cuanto al comercio, funciona normal. Los bares cerraron a principios de este mes, y los restaurantes sí funcionan, pero con normas estrictas de distancias o máximo de personas. El imponente aeropuerto está muy limitado, casi al mínimo, ya que solo dejan entrar a los residentes que están fuera, no puede acceder nadie que no tenga residencia oficial en Hong Kong. Y la clave de todo, o al menos una de ellas, es el uso de las mascarillas. «Desde el minuto uno, todo el mundo va con ellas», señala. Es una cuestión ya casi cultural, pero el virus del SARS del 2003, similar aunque menos global, ayudó mucho a concienciarse. «Aquí son cosa general. Un año normal, alguien con gripe siempre se la pone. Y en este caso, todos con ella para no infectar a nadie. Aquí la gente protesta si al entrar en un sitio hay alguien sin mascarilla».

Prohibidas las marchas del 1 de mayo

 Por otro lado, y según refleja Europa Press, la Policía de Hong Kong alegó ayer viernes motivos «sanitarios» a causa de la pandemia de coronavirus para prohibir las marchas previstas para el próximo 1 de mayo con motivo del Día de los Trabajadores en la región administrativa especial china. La Confederación del Trabajo, un sindicato de activistas prodemocracia, ha indicado que solicitó permiso para llevar a cabo su marcha anual del 1 de mayo. En una carta enviada a la Policía, proponían mantener la distancia durante la marcha al separarse en grupos de hasta cuatro personas. Sin embargo, los agentes han señalado en un comunicado que se han notificado dos manifestaciones y una marcha para el mismo día, según informaciones de la emisora local RTHK.

Tal y como han explicado, esto supondría un aumento del riesgo de infección por el coronavirus para los participantes, así como para otros sectores de la población. «Debido al riesgo que esto supondría, la Policía cree que estas actividades no solo incrementan el riesgo de infectarse sino que supone además una amenaza para la vida y la salud de los ciudadanos», han aseverado. En este sentido, los eventos han sido prohibidos a pesar de que Hong Kong ha sumado esta semana un segundo día sin registrar nuevos casos de coronavirus. Así, aquellos que vulneren la normativa podrían enfrentarse a penas de hasta cinco años de prisión.