Falleció Rodolfo García, figura clave en el rock argentino y con raíces en Laxe

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

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Actualmente formaba parte del grupo Jaguar, pero pasó antes por otras agrupaciones de reconocido prestigio

13 may 2021 . Actualizado a las 14:00 h.

Rodolfo García, músico clave en la historia reciente del rock argentino, falleció la semana pasada en Buenos Aires a los 75 años. Tenía raíces maternas y paternas en Laxe, porque tanto su padre, Germán García, como su madre, Nieves Domínguez, eran emigrantes de este municipio. Y aún le quedaba mucha familia, entre ella varios primos hermanos. El también músico laxense Víctor García es hijo de uno de esos primos hermanos, que curiosamente también falleció hace muy poco, y sabe de la importancia que Rodolfo tuvo en el país de acogida, tanto por la relevancia en el rock como por haber sido uno de los primeros bateristas en su panorama musical. Pese a esas líneas tan directas con Laxe, no le consta que tuviese mucho contacto con su lugar de origen familiar.

Rodolfo empezó en el mundo del rock en los años 60, fundando, junto a otros músicos, grupos como Almendra, y más tarde integrante de Aquelarre o de Tantor. Agrupaciones que en España son grandes desconocidas, pero en Argentina verdaderas instituciones, como se puede comprobar en las numerosas referencias tras su pérdida. No ya en los muchos artículos que los periódicos generalistas y especializados le han dedicado estos últimos días, sino también en las que aún se pueden leer en los últimos tiempos, que incluyen citas a conciertos (polémicos en su momento) celebrados e la época de la Guerra de las Malvinas.

Pese a que la música y las bandas marcaron toda su trayectoria, también tuvo tiempo para la gestión cultural. En el año 2014 fue nombrado director nacional de Artes por una ministra que formaba parte de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.

Su tiempo se apagó definitivamente la semana pasada, pero a finales del mes pasado ya quedó gravemente enfermo, con muerte cerebral, tras un desmayo sufrido en su casa, en Villa Ortúzar, donde residió desde 1980. En una larga entrevista a un periódico local en febrero de este año hablaba de su actual grupo, Jaguar.

De sus proyectos y de sus éxitos pasados, incluida la gestión cultural, a la que había dedicado bastante tiempo antes de ser nombrado director para todo el país. También recibió numerosos premios. Y citaba los primeros años en el país, especialmente cuando acompañaba a su padre por los centros gallegos, que tocaba el acordeón, posible arranque de la que sería su vida profesional.