Nueva votación para la venta del Centro Gallego de Buenos Aires, casi desmantelado

J. C. SANTIAGO / LA VOZ

ARGENTINA

Un centenar de socios volverán a participar en una asamblea de la emblemática institución de la emigración en Argentina

12 abr 2018 . Actualizado a las 09:48 h.

Un centenar de socios representes del Centro Gallego de Buenos Aires volverán a participar mañana en una asamblea de la emblemática institución de la emigración en Argentina. La cita tiene tintes dramáticos, porque la crisis de este espacio sanitario y cultural es mucho más grave si cabe que en diciembre, cuando por primera vez aprobaron por una holgada mayoría estudiar la oferta recibida por la fundación argentina Favaloro y el Grupo Ribera Salud, de capital español.

Los socios aprobaron negociar, pero de salida rechazaron los 42 millones de euros por la venta del inmenso inmueble de la avenida Belgrano, que incluían el traspaso de la gestión sanitaria y asumir una parte notable de la deuda que el organismo fundado en 1907 mantiene con el Estado argentino y con los trabajadores, con problemas de cobro desde hace meses.

El edificio en el que se reunirán a partir de las 18 horas, al filo de la medianoche en España, presenta un estado de abandono preocupante que se ha acelerado en las últimas semanas, en las que se fueron cerrando servicios de atención médica para indignación de los abonados, que han hecho denuncias públicas sobre el desmantelamiento y amenazan con llevar el caso a los juzgados. El centro llegó a tener más de 100.000 socios en su época dorada, acabó el 2017 con 5.000 -unos seiscientos con orígenes gallegos y casi todos con más de 75 años- y en los últimos meses la cifra se ha desplomado.

La oferta y el legado cultural

Antes de la nueva votación para autorizar la venta, los socios deberán avalar las cuentas de la institución, sin aprobar desde el año 2012. Con ese trámite resuelto, lo más probable es que los vuelvan a agarrarse al único salvavidas económico que tienen a mano, porque de otra forma la institución quedaría abocada a la desaparición inmediata y sería el Gobierno argentino el que la liquidaría.

La oferta de Ribera Salud sigue siendo «la misma que en diciembre», aseguraron ayer fuentes del grupo valenciano, que garantizan la supervivencia de las actividades y la gestión del importante legado cultural al margen de la operación inmobiliaria y sanitaria.