Un linaje de fisterráns emigrantes

Luis Lamela

ARGENTINA

Luis Insua Papín ante el monumento al emigrante en Fisterra en septiembre de 2017
Luis Insua Papín ante el monumento al emigrante en Fisterra en septiembre de 2017 Archivo de Luis Lamela

Familia Insua Papín

07 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 14 de febrero reflejamos la semblanza del fisterrán José Insua Papín, de María de Víctor, que, exiliado, reclamó para la Argentina a sus hermanos Joaquín Quinito, Luis y Víctor, marineros en la villa del Cristo.

Joaquín Quinito viajó en 1950 al país austral para trabajar de mecánico con taller propio, Autos Prado, una empresa gestionada por sus hijos en la actualidad. También estuvo en Venezuela. Ya jubilado, visitó su pueblo natal en doce o trece ocasiones hasta que falleció a los 64 años, en el año 2001.

Víctor, soltero, emigró también en 1950 con 22 años y residió en el barrio de La Boca, en Buenos Aires, trabajando de mecánico naval por cuenta propia, y visitando en una sola ocasión, después de muchos años de ausencia, la villa del Cabo. Falleció hace apenas unos años, en 2015.

Por su parte, Luis, el benjamín, se instaló en 1952 en el mismo barrio de La Boca. Trabajó también de mecánico naval por cuenta propia y se casó con una nieta de la Mariquita vieja, hija de Pepita de la Carlota, oriunda también de Fisterra. La esposa de Luis sufrió un accidente de automóvil que la dejó en una silla de ruedas 25 años, hasta fallecer en el año 2000, dejando dos hijos: José Luis y Ana.

El más pequeño de los hermanos Insua Papín desempeñó la Vicepresidencia 2ª de la Asociación Finisterre en América en 1990, y visitó por vez primera Fisterra en 1981, después de 30 años de ausencia, y siguieron 12 viajes más, el último en 2017, año en el que pudo cumplir los 88 en su tierra natal.

Antecesores

Pero, antes, existieron otros miembros de la familia que también emigraron a países sudamericanos: en 1846 se fue para la Argentina su bisabuelo, calafateador.

Después, en 1860 sus tíos abuelos también lo hicieron: Francisco Insua Pérez emigró para el mismo país, casándose y ejerciendo la actividad comercial, domiciliado en 1894 en Barracas, ciudad de Buenos Aires.

Y José María Insua Pérez, también en 1860, casándose allí igualmente: en 1893 ya estaba viudo y residía en el mismo barrio que el anterior.

Otro fue Juan Bautista Insua Pérez, que embarcó en Vigo en la corbeta Luna. Llegó a Buenos Aires en enero de 1860, abonándole el importe del pasaje al consignatario y fomentador, Xampén y Cª, de San Roque (Fisterra), su padre Víctor Insua Santos el 2 de enero de 1860.

Juan Bautista, que en 1893 ya había fallecido, se casó con Dolores Marcote y dejó una hija: Rosa. También se marchó Manuel Insua Pérez. Embarcó en el bergantín Ramoncito, en el puerto de Vigo, y viajó a Montevideo a finales de 1859.

Este fue, precisamente, el que reclamó a sus hermanos Ramón, Francisco y José María. Casado con una mujer de origen francés, Clotilde, Manuel dejó tres hijos: Clotilde, Margarita y Manuel y en 1893 ya estaba fallecido.

Y, por último, Ramón Insua Pérez, que emigró desde Vilagarcía para la Argentina en el buque Fustera. Llegó a Buenos Aires el 25 de noviembre de 1868.