Tras leer en la Voz de Galicia un artículo titulado: «Los médicos cobrarán menos si tienen pocas consultas presenciales o tardan mucho» no puedo contener mi voz ante semejante ataque a nuestra profesión por parte de la propia Administración.
Es inadmisible que la falta de profesionales, la falta de cobertura de permisos vacacionales, bajas laborales o permisos por otros motivos justificados sea usada para culpar de las posibles demoras asistenciales a los profesionales, cuando todos, absolutamente todos esos problemas, competen y proceden de una mala «gestión sanitaria» y una nefasta previsión de necesidades.
No es admisible que una gerencia traslade a la opinión pública la sensación de que la demora asistencial es culpa de los profesionales de atención primaria cuando a estos profesionales se les limita el acceso a petición de pruebas diagnósticas, se les impide dar cita presencial cada vez en más y más servicios de especialidad hospitalaria, obligándoles a realizar una consulta por Internet (e-consulta). Ello genera una primera e-consulta y una nueva cita para darle al paciente el resultado de si el especialista decide recibirlo en persona o bien decide que no vaya a su servicio y se quede en atención primaria.
La demora, si es que la hubiera en algún centro de salud, que no en todos, es un problema que se ha agravado por la falta de profesionales, la mala gestión política de las administraciones y su ineptitud resolutiva.
Cabe decir que las agendas de los profesionales de atención primaria son aprobadas o rechazadas por sus directivos, y que si hay demoras es porque fallan dichos directivos y no los médicos que atienden a quienes llegan citados. A consulta va quien tiene cita y quien tiene urgencia médica, incluso sin tener concertada una cita previa, pues así trabajamos los médicos de atención primaria.
Si la gerencia tiene demoras en especializada, tampoco es culpa de los profesionales que ejercen en los hospitales, y si a estos no los penalizan con reducción de su sueldo es a todas luces una injusticia penalizar a los de atención primaria; pues se habla de penalizar marcándoles este tipo de objetivos. Por eso, si el sistema tiene demoras asistenciales, deberían empezar por asumir responsabilidades nuestros gerentes y directivos, ya que son los máximos responsables de la gestión tanto en atención hospitalaria como en atención primaria.
Al ciudadano hay que contarle la verdad y las cosas como son, en vez de culpabilizar al trabajador cuando es un problema de una mala gestión que se viene fraguando desde hace muchos años con la emigración de nuestros médicos a los países vecinos. Y por si aún tienen alguna duda, pregunten a esos profesionales el motivo por el que se van.