«Los productos con valor añadido son nuestro eje»

ð£ P. Alonso Lois

ACTUALIDAD

El grupo gallego, con nuevos propietarios, reduce la venta de pescado tradicional e invierte en I+D para volcarse en productos en bandejas, platos preparados para microondas y sushi. Compite en una docena de países

15 dic 2014 . Actualizado a las 08:49 h.

El Grupo Isidro de la Cal mantiene su sede en el polígono de Espíritu Santo y avanza en su nueva etapa tras el cambio de propiedad. Cerrará el 2014 con unos 45 millones de facturación, como en el 2013, pero triplicará su cifra de ebita (ganancias antes de impuestos) hasta los 1,3 millones de euros. Tiene aún el pasivo de 70 millones de hace un año, cuando Pablo García Gascó lideró el management buy out (MBO) con seis directivos para acometer un plan de viabilidad y transformación estratégica. Entre el 2014 y el 2015 abordará inversiones por millón y medio de euros. «Hoy la empresa tiene una presencia importante en Portugal, Francia, Italia, Alemania, República Checa, Reino Unido, Grecia, República Dominicana, México, Malaisia y Corea del Sur», explica Miguel Cabado (A Coruña, 1978), uno de los socios propietarios y director de márketing de la empresa, que hoy busca inversores para fortalecer su posición.

-¿Cómo es la nueva empresa?

-Redujimos la venta de pescado tradicional -en fresco, en lonja, a mayoristas- para empezar a crecer en líneas con valor añadido. Se trata de productos de libre servicio, listos para adquirir en grandes superficies. Por un lado, los productos en bandeja en atmósfera protectora, que vendemos a casi toda la gran distribución española. En este campo, somos proveedores en exclusiva para Lidl en España, Portugal y desde enero en Francia. También tenemos la línea de moluscos pasteurizados, mejillón, almeja y navaja, para consumir, también ya muy presente en nuestro país, Alemania, Italia, República Dominicana... Y acabamos de lanzar tanto aquí como en el exterior proyectos con platos preparados para meter al microondas, de salmón, bacalao, lubina y merluza, usando alta tecnología en los envases, que en enero estarán en otros cuatro países de Europa.

-Y están sorprendidos con la aceptación del sushi.

-Acabamos de empezar, pero en la primera semana el producto no duró ni un día en el mercado. Y contamos con más proyectos en nuestro laboratorio de I+D. Los productos con valor añadido son nuestro eje sobre el que gira el negocio, para que aporten soluciones al consumidor.

-Aún cuesta identificar platos preparados y calidad.

-España es un país de consumo tradicional de pescado y cuesta asumir ideas nuevas. Este proceso suele llevar un año porque, si el producto satisface las expectativas, el consumidor repite y se fideliza.

-Han incorporado el certificado de cadena de custodia Marine Stewardship Council, MSC, ¿el cliente final valora esta clase de prácticas sostenibles?

-Los productos de venta sostenible aún suponen un porcentaje muy pequeño en España, pero en Europa ya tienen otro peso y la venta de pescado va asociada a este tipo de sellos. Aquí solemos seguir la estela de otros países de nuestro entorno, como Francia y Alemania, y asumiremos esa concienciación. En todo caso, por nuestro negocio en el extranjero quisimos conseguir el certificado MSC para diferenciarnos respecto a otras empresas y adelantarnos a lo que exigirá el consumidor.

La compañía cuenta con el certificado de custodia MSC, que promueve prácticas sostenibles en el negocio marítimo