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«Portobello Road», un cortometraje sobre la emigración gallega

Extra Voz

A. Andrade
La directora de cortometrajes Adriana Pérez Páramo.

El restaurante Galicia es, sin duda, lo más enxebre que existe en Londres. Por su barra cervecera y por sus impagables personajes parece la tasca de cualquier pueblo gallego.

15 Mar 2015. Actualizado a las 10:55 h.

 Tan auténtico resulta le Galicia que la directora viguesa de cortometrajes Adriana Pérez Páramo lo eligió como escenario para su última producción, Galicia. Portobello Road. El argumento: la relación de una madre con su hija; dos generaciones de emigrantes (las actrices Mariana Carballal y Estíbaliz Veiga) entre las que inevitablemente surgen roces. Y como trasfondo, el galinglish, esa mezcla entre inglés y gallego que salpica la obra y la dota de un ácido sentido del humor.

«La gente mayor siempre quiere volver -explica Adriana entre las vetustas mesas del Galicia, donde quedamos con ella para la entrevista-. Pero tienen hijos, luego nietos y nunca encuentran el momento». También Adriana conoce bien el fenómeno migratorio: una tía abuela en Venezuela, otra en Estados Unidos... Y ella misma, claro, que tuvo que hacer un día las maletas: «Y quiero regresar, pero no sé cuándo será posible». De momento, su corto tiene que rodar aún por Europa. «La idea es mandarlo al Festival de Bruselas, pero ya veremos si se puede», matiza.

La directora viguesa llegó al Reino Unido en el 2008 para cursar un máster de cine en el London Film School. Pasó después por Polonia... y de nuevo a Londres. En su primer corto, Illa Pedra, tuvo buen ojo al contar con la actriz Nerea Barros, que acaba de ganar un goya por su papel en La isla mínima.

Para sacar adelante Portobello Road recurrió con éxito al micromecenazgo. «Me gusta dirigir, pero es improbable encontrar trabajo en esto», asume Adriana, que se gana la vida como productora en Orama TV, para la que realiza «vídeos promocionales y corporativos».

Sobre la actual afluencia de jóvenes gallegos al Reino Unido considera que hay grandes diferencias respecto a las generaciones precedentes: «Antes se iban de Galicia porque no tenían nada. Ahora, el planteamiento es que allí hay poco que hacer, y aquí, al menos aprenden inglés».

Y eso que la vida en esta ciudad tiene sus peculiaridades: «Notamos mucho la falta de sol, sobre todo en invierno. La gente está loca por salir a la calle cuando hay luz. Desde fuera se percibe la idea de una gran metrópoli en la que puedes hacer muchas cosas, y así es, porque no se puede abarcar todo lo que ofrece, pero los amigos viven lejos, así que estás en casa y apenas quedas con la gente. Y la verdad es que se echa de menos esa calidad de vida de la sobremesa en el restaurante, con el café». Es una cultura diferente y el motivo por el que «cada tres meses» se escapa a su Vigo natal.

Aunque hubo un preestreno en Vigo, Adriana presentó Galicia. Portobello Road en la calle del mismo nombre -no podía ser de otra forma-. En concreto, en el Instituto Español Vicente Cañada Blanch.


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