El ingeniero lucense que resucita el río Manzanares

Tiene 32 años, una sonrisa seductora y un futuro prometedor. Ingeniero de Minas por la Universidad de Vigo y defensor de las energías limpias, Adrián López Fernández reside en Madrid y dirige un equipo de profesionales de la consultoría Besel dedicado a las energías renovables, aplicados hoy a buscar la mejor solución energética para el complejo lúdico-deportivo Madrid-Río: «Lo que pretendemos es que toda la energía que se consuma en ese espacio sea de fuentes limpias. Se trata de que la zona, a orillas del Manzanares, no solo no contamine, sino que se autoabastezca», afirma López Fernández.

?¿Acaso ese proyecto significa que el objetivo es que Madrid llegue a generar tanta energía como la que consume?

?Ya nos gustaría, pero la realidad es que cada vez nos alejamos más del protocolo de Kioto. Según los últimos estudios, en el 2006 hubo un incremento del 75,76% de emisiones contaminantes respecto al año 1990. Urge fomentar un cambio radical en la filosofía energética, incorporar soluciones de generación renovable, ahorro de agua, reciclaje de residuos y concienciar a la población en ese sentido.

?Usted tiene una reunión concertada con Dominique Perrault, arquitecto responsable de una de las pasarelas que atravesará el río Manzanares. ¿Qué pretende y qué espera de ese encuentro?

?Perrault es uno de los mejores arquitectos contemporáneos, estoy seguro de que podemos ofrecerle la mejor solución para que su espectacular pasarela de la Arganzuela genere energía sin que su estética se vea afectada.

?¿Es posible que las energías renovables acaben con la actual dependencia de la nuclear?

?Desgraciadamente, en la actualidad las energías limpias no tienen capacidad para generar toda la necesaria. En España solo producimos renovable para cubrir el 15% del consumo. Por otra parte, las nuevas centrales nucleares son muy seguras, sus residuos pueden ser controlados perfectamente y además son más respetuosas con el medio que el petróleo y el gas. El problema está en dos frentes: uno, el enriquecimiento nuclear no controlado por parte de países conflictivos y, otro, en este caso ecológico, las minas de uranio, que sí son contaminantes y destrozan el terreno.

?En lenguaje popular, ¿qué significan para usted las fuentes de energía renovables?

?Yo siempre las defino como fuentes inagotables no contaminantes, pues están en el sol, el viento, los ríos, los mares y en el propio interior y exterior de la Tierra. Este siglo, el mayor reto de la humanidad es aprender a aprovecharlas y utilizarlas, porque no es posible vivir con menos energía de la que consumimos actualmente, de modo que hay que utilizar energías que garanticen el desarrollo sostenible y el bienestar humano sin acabar con el planeta azul.

?¿Cómo ha llegado un ingeniero lucense a terminar luchando por la autosuficiencia energética de Madrid?

?La verdad, no lo tengo claro ni yo, supongo que es el destino.

?A su parecer, ¿cuál es la situación energética de Galicia?, ¿en qué medida es autosuficiente?

?Galicia tiene un gran potencial eólico, pero ya saturado, habría que ir pensando en cambiar los aerogeneradores antiguos por máquinas nuevas más potentes y en la zona sur, un potencial solar extraordinario. En Ourense se puede extraer energía de la tierra debido a su potencial, aprovechando su magmatismo incipiente. Otro gran potencial que aún está sin desarrollar en Galicia es el que se deriva de las actividades agropecuaria y forestal. Es un error basar nuestro sistema energético en productos como el petróleo y el gas llegados del extranjero.

?Los incendios habidos hace dos veranos en Galicia dejaron cientos de hectáreas de monte pelado. ¿Qué se puede hacer para recuperar esos bosques?

?Paciencia, esfuerzo y no cometer los mismos errores. Ahora trabajamos en un proyecto de la Unión Europea para, en función de la riqueza natural de cada zona, establecer biodistritos sostenibles. Galicia tiene en ese sentido un gran potencial. La limpieza de los montes evitaría las quemas incontroladas y, de paso, se obtendría soporte para disponer de biomasa generadora de energía.