La ceremonia de investidura tuvo lugar con diez horas de retraso. Mientras en la calle cientos de manifestantes exigían a los diputados que cumpliesen con la ley, dentro de la cámara algunos congresistas llegaron a retener y encerrar a otros diputados. Mientras tanto Europa, Estados Unidos y países de Sudamérica mostraban su total apoyo a Arévalo y pedían el traspaso de poder
La Voz