El hombre no devolvió el pasado domingo al menor, de 3 años, a su expareja
16 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La Policía Cantonal de Zúrich confirmó ayer a La Voz que continúa con la búsqueda del ejecutivo vigués que huyó con su hijo de 3 años tras hacer una visita a la casa de la madre en Suiza el pasado domingo. Tras concluir los dos primeros días de pesquisas, la Kapo admitía ayer: «No, no hay nada nuevo y la búsqueda todavía está en curso».
La policía ha distribuido fotos del padre, el directivo vigués Ismael G. O., de 32 años, quien estudió en la Universidade de Vigo y ocupa altos cargos en empresas de fabricación y distribución de moda. En los últimos años trabajó para un grupo textil en México.
La policía suiza también difundió fotos de su hijo, Noah, de 3 años, que publicaron la prensa suiza y alemana para dar mayor difusión a la búsqueda. Los agentes piden que cualquier persona que tenga noticias del paradero de ambos lo comunique a un teléfono de Suiza que han habilitado para este caso, el cual figura en la portada del portal de la Policía Cantonal.
La policía suiza sostiene que el padre viajó desde el extranjero para visitar a su hijo y, una vez allí, «privó al niño de los cuidados de su madre». Fue el domingo por la mañana. Desde entonces, señala la policía, padre e hijo están en un lugar desconocido. La policía pide pistas sobre el paradero de los buscados.
A pesar de las «intensas investigaciones» del fiscal de Zúrich-Sihl y de los agentes locales, aún no se ha determinado el paradero del fugitivo y el menor. Las investigaciones en el lugar de residencia de la madre no aportaron resultados positivos ni tampoco saltaron pistas sobre adónde pudieron haber viajado. Lo que está claro es que no estaban en la vivienda materna.
La policía no concreta a qué país podría haberse fugado. Zúrich linda con Alemania y es posible cruzar la frontera en coche, bus o tren sin llamar la atención. También pudo haber regresado a Vigo o volar a México, donde tenía contactos por su trabajo.
Nombre del menor tatuado
La policía también describe al vigués como un hombre de una estatura aproximada de 180 centímetros, de complexión atlética, cabello castaño y que lleva una barba de tres días. Ignoran la ropa que tenía puesta. Otro detalle que llama la atención es que el vigués luce en el brazo superior derecho el tatuaje de un ratón Mickey y en la muñeca izquierda lleva grabado el nombre Noah.
El pequeño, según la descripción policial, tiene cabello castaño de longitud mediana y una cicatriz en la mejilla izquierda. Viste ropa gris y azul y calcetines de rayas azules y rojas.
De la información se deduce que el hombre vivía separado de la madre y del niño, pero que tenía permiso para hacer visitas regulares a su casa en Suiza. Es probable que entre ambos hubiese un litigio de separación, pero que, en todo caso, el menor había quedado a cargo de la madre habitualmente. La falta del padre sería llevarse al menor sin permiso ni indicación del lugar al que iban ni dar noticias de su paradero durante dos días seguidos.