Viaja desde Suiza hasta Cambre para pasar solo unas horas en el carnaval

E. Silveira Cambre / La Voz

SUIZA

22 feb 2016 . Actualizado a las 07:30 h.

Hace un año que dejó en Cambre a su familia (mujer y dos hijos). Se fue a Suiza a buscar suerte y ahora está trabajando como camionero en una empresa de Lausanne que, según dice, le paga bien y en la que está contento. Pero como a todos los emigrantes, a Faustino Rama Pena le tira la tierra. Y más si está en fiestas. Por eso no dudó un segundo en sacar la tarjeta de crédito y pagar por un billete de avión 460 «euracos», todo para poder estar, tan solo un día, en el entroido de Cambre. «Sí, sí. Solo un día», explica.

El avión, según comenta, salía a las seis de la tarde de Suiza pero como la nieve dificultó el despegue hubo un retraso de dos horas. «Así que llegué a Santiago a las diez de la noche». Venía dispuesto a disfrazarse pero el cansancio y las ganas de estar con la familia pudieron más que la diversión. De hecho, Faustino explica que desde hace mucho tiempo colabora y participa en la carroza de la asociación Bribesly Hills, y que este año, al ser el primero que pasa fuera, tenía más ganas aún de disfrutar el carnaval. «Pero bueno, estuve en el desfile, viendo la carroza y participando de todo, así que no me puedo quejar». Además, «su» carroza, en la que todos los participantes iban disfrazados de «Grease», fue la ganadora este año. «¡Es que son los mejores! _exclama orgulloso_. Y he de decir que para mí el verdadero entroido es el de Bribes, no el de Cambre», puntualiza.

El avión de vuelta lo cogió al día siguiente, a las nueve de la mañana. Con mucha pena pero sin pizca de arrepentimiento. «¿Qué si mereció la pena pagar tanto dinero para estar solo un día? Sí, claro. Sé que parecerá una locura venir al carnaval por un solo día. Pero lo volvería a hacer», comenta.

Explica que aunque solo pasó unas horas en su tierra la dio tiempo a combinar familia y diversión. Ahora bien, hasta el mes de agosto no podrá volver a repetir la jugada. «No, ni siquiera en Semana Santa. Hasta el verano ya no vuelvo. Ya había venido por Navidad, así que ahora toca aguantarse».

Faustino explica que se tuvo que ir a Suiza porque la situación en España está difícil: «Aquí no hay trabajo, por lo menos en lo mío». No sabe cuánto tiempo se quedará allá, pero espera que en poco tiempo el viaje de regreso a casa sea por algo más que unas horas.