La parálisis política no desalienta a los retornados

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

RETORNADOS

C. Queijeiro

Los emigrantes mantienen sus protestas aún a pesar de las bajas temperaturas

26 ene 2017 . Actualizado a las 10:17 h.

A pesar de las gélidas temperaturas que se registraron en la comarca ayer por la mañana, las plataformas de emigrantes retornados de Arousa norte y Muros-Noia volvieron a ponerse detrás de las pancartas para pedir un trato justo por parte de Hacienda. «Xa temos estado aquí con peor tempo ca hoxe», comentaban cuando alguien hacía alusión al frío. Efectivamente, han mantenido sus protestas contra viento y marea, y lo seguirán haciendo a pesar de los nulos avances que se han dado en los últimos meses en relación con sus reivindicaciones. «Nós habemos de loitar sempre», se despedía uno de los afectados, que no ceden al desaliento pese al inmovilismo de los políticos.

En su lucha para conseguir un trato igualitario por parte de Hacienda a la hora de declarar por las pensiones que perciben de los países a los que emigraron, los retornados se han reunido con los partidos políticos y estos les han transmitido su respaldo, sin embargo, eso no se ha traducido todavía en un acuerdo parlamentario.

Pendientes de Europa

Tampoco se han dado nuevos pasos en Europa. El BNG llevó el asunto a Bruselas, a donde llegó a desplazarse una representación de las plataformas de afectados, pero «seguimos á espera de que se debata», explicaba ayer Xosé Deira en la plaza del Concello ribeirense, a donde llegaron los pensionistas tras recorrer la distancia que separa la casa consistorial de las oficinas de Hacienda en la ciudad.

Al finalizar la manifestación, los participantes mostraron una vez más su enfado con los gobernantes por la situación que viven. «Unha cousa é que teñamos que pagar, e outra que paguemos de máis», se quejaba un afectado, mientras otro emigrante retornado lamentaba que, encima de tener que tributar por su pensión «porque non me recoñecen a incapacidade absoluta que si me dan en Suíza, quítanme o carné de conducir. O meu si que é un caso estraño».