Una docena de pancartas de distintas plataformas recorrieron las calles de Ribeira
28 sep 2016 . Actualizado a las 11:19 h.Las calles de Ribeira volvieron a llenarse ayer de un ruido que a muchos les es familiar. Unos minutos antes de las doce y media de la mañana, silbatos, cornetas, cencerros y cacerolas aporreadas volvieron a convertirse en la voz de los emigrantes retornados y su reivindicación de un trato justo por parte de Hacienda. Después de casi tres años en la brecha, los pensionistas, que exigen un trato igualitario a la hora de tributar por los ingresos que reciben de los países en los que estuvieron trabajando durante media vida, no solo mantienen su lucha sino que la han reforzado sumando fuerzas. Su mensaje se multiplicó ayer al reunirse en la capital barbanzana integrantes de una docena de plataformas de afectados.
Los colectivos de Arousa norte y Muros-Noia no buscaron protagonismo en una protesta en la que participaban como anfitriones y cedieron la cabecera de la manifestación a la coordinadora que aglutina a las plataformas creadas a lo largo y ancho de la geografía gallega. Buena parte de ellas estaban representadas en Ribeira, donde las dos pancartas que habitualmente portan los emigrantes retornados de la zona sumaron las diez que lucieron afectados llegados de Pontevedra, O Salnés, Baixo Miño, Vigo y su comarca, O Condado, la zona de A Coruña, Santiago, A Estrada, Ourense y O Carballiño.
Al mediodía, todos ellos estaban preparados junto a la plaza de abastos ribeirense para iniciar el trayecto que les llevaría a las puertas del edificio de Hacienda, un espacio que se quedó pequeño ante la elevada participación en la protesta.
La Policía Local estima que unas 350 personas se unieron al ruidoso recorrido, que los manifestantes acompañaron con consignas que transmitían un mensaje claro: «¡Somos emigrantes, non defraudadores!», repetían los pensionistas llegados de la provincia pontevedresa, mientras que los de Ourense animaban la caminata con sus reivindicativas coplas.
Leyes injustas
A pesar de las movilizaciones que llevan a sus espaldas, la indignación de los emigrantes retornados por lo que consideran una ley injusta se mantiene intacta, como dejaron traslucir con sus gritos: «Rajoy, escoita, a emigración está en loita», «Non pode ser, nós a enviar e eles a roubar» o «Roubar á emigración non é a solución» eran algunas de las perlas de las que tampoco se libró el ministro de Hacienda en funciones: «Montoro, ladrón, vai ti para a emigración».
Antes de iniciar la manifestación que recorrió la ciudad, los pensionistas dejaron clara su voluntad de seguir luchando por algo que consideran «de xustiza», que se cambie la ley para que reciban un trato igualitario: «As leis de Alí Babá xa sabemos como son, saen dunha cova e están feitas para roubarlle aos de sempre, aos traballadores. Nós non queremos saber nada de Alí Babás».