Una gallega en el mejor colegio del año

Rita Álvarez Tudela LONDRES

REINO UNIDO

RITA ÁLVAREZ TUDELA

Celia Durán, de Santa Comba, enseña español en una escuela de Kent

05 feb 2018 . Actualizado a las 09:03 h.

A tan solo treinta minutos en tren de Londres, se encuentra Sevenoaks, una pequeña ciudad residencial del condado de Kent que cuenta con un colegio del mismo nombre que es uno de los más reputados del país. No en vano acaba de ser elegido recientemente escuela independiente del año por el Sunday Times, lo que lo convierte en el únic en conseguirlo dos veces en menos de un decenio.

En este centro trabaja desde hace quince años la gallega Celia Durán Oreiro. Lo hace como profesora de español, a cargo de uno de los internados del colegio y como asistente del responsable académico y pastoral de los estudiantes del equivalente de primero y segundo de la ESO. Para llegar al puesto el camino no fue tan fácil. «Yo tenía mi vida feliz en Santiago, soy supergallega, pero mi marido es inglés y era difícil para él encontrar trabajo de lo suyo», explica.

Finalmente, le llegaron dos ofertas, de Madrid y de Sevenoaks, y se decantaron por la segunda. Ya que tenían que empezar de cero, hacerlo cerca de la familia de él tras años viviendo en Galicia. A su llegada a la isla en el año 2002, la joven de Santa Comba se dio cuenta de que tenía que coger fluidez con el inglés para poder ir a una entrevista y conseguir un puesto de profesora de español. Ni corta ni perezosa, pensó en un trabajo que le permitiese practicarlo con los locales y se le ocurrió la idea de una peluquería. «Yo hablo mucho y con la clientas practicaba, les ponía el café, mi jefa les pedía que me ayudasen y después de cuatro meses conseguí el trabajo que quería», recuerda Celia.

Cubriendo una baja

Empezó cubriendo una baja de maternidad, pero pronto se dio cuenta de que las vacaciones en su colegio no eran las mismas que las que tenía su marido y que no iban a poder viajar a Galicia juntos. Meses más tarde, cuando surgió un puesto en Sevenoaks decidió intentarlo. «Lo veía muy complicado. Para una de las entrevistas me puse histérica y tuve que volver a casa a tomar una tila», explica. No bastaba con estudiar como para cuando sacó las oposiciones ni como cuando hacía la carrera de Pedagogía en Santiago. No sabía lo que le iban a preguntar y además había varias pruebas que consistían en dar clases prácticas frente a los examinadores: «Era completamente diferente de todo aquello a lo que yo estaba acostumbrada, pero al final me llamaron esa noche y me dieron el puesto».

Así fue como terminó haciéndose un hueco en este colegio mixto con más de 1.000 estudiantes de 48 nacionalidades diferentes de entre 11 y 18 años. Casi un tercio de ellos se quedan a dormir en pequeñas casitas de piedra con más de 600 años de historia. Son 100 hectáreas donde no falta de nada. Un centro deportivo con piscinas, canchas de baloncesto y tenis, una biblioteca de ensueño, un auditorio de madera y un teatro, por poner algunos ejemplos. Pero aquí las cosas están para usarlas, da igual que sea un piano muy caro. Entre los antiguos alumnos figuran el actor Daniel Day Lewis (En el nombre del padre) o el director Paul Greengrass (La supremacía de Bourne).

Desde la llegada de Durán al centro, en el departamento de español hacen un intercambio con el colegio bilingüe Manuel Peleteiro. «Siempre digo que Santiago es el viaje perfecto, la gente es muy amable, pueden ir andando a todos los lados, cambia los estereotipos de sol, toros y olé, y vuelven encantados», explica. De hecho los estudiantes añoran la comida que les preparan las familias gallegas los 10 días que pasan allí coincidiendo con la Semana Santa. «Se quedan sorprendidos de que les metan pan recién comprado para la comida del día y del contacto físico que les dan», resume.