José Velo Rego, que emigró con sus padres a Reino Unido con solo 18 años, se ha hecho un nombre en el país vecino en el mundo del vino, donde es socio de una empresa que importa vinos gallegos
03 ago 2017 . Actualizado a las 10:37 h.Lleva 50 años de su vida residiendo en Inglaterra, pero no se pierde por nada del mundo la cigalada que cada año se organiza en Boedo (Culleredo) con motivo del San Roque. A sus 67 años, José Velo Rego puede presumir de saber «algo» de vinos. Hace tres años la Oficina de España de Comercio Exterior (ICEX) le galardonó como Gran Caballero del Vino en una cena de Gala en el Dorchester Hotel de Londres a la acudió, entre otras personalidades, el embajador de España en el Reino Unido. Pero el 2015 fue un año redondo. No solo se llevó esta distinción, sino que tuvo el honor de servir a la reina de Inglaterra en un castillo en Gales. De sus manos salió un rioja de Muga y el moscatel de Málaga que Isabel II tuvo el placer de degustar. «Un privilegio y honor, pero gracias a los 15 años de experiencia en el hotel Unicorn de Bristol si no no tendría la confianza de hacerlo. La reina fue muy amable pero el duque no bebió vino, optó por tomar cerveza». Un momento sin duda que recordará toda la vida, y que recompensa los 35 años que lleva dedicado al sector.
Llegó al Reino Unido, a punto de cumplir los 18 años, en un barco que partió desde Vigo con destino Southampton, donde le esperaban sus padres que habían emigrado unos años antes. «Mis abuelos me dijeron ‘‘hasta aquí llegamos nosotros y ahora vete con tus padres’’». En Bristol, al suroeste de Inglaterra, donde vivían sus padres, comenzó a trabajar en el sector de la hostelería y «ganar mi primer dinerito». Fue en los años setenta cuando descubrió el mundo del vino, del que todavía no ha podido escapar, ya que en la actualidad es uno de los 3 directores en C & D Wines Ltd, una empresa que se dedica a la importación de vinos y productos españoles. No le va nada mal, el negocio que reparte entre otros caldos, albariños, crema de orujo o licor de hierbas por todo el Reino Unido. Cuenta con una plantilla de 16 personas, dos de ellas gallegas. «Para mí el vino es mi hobby favorito y lo ha sido desde los años 70 cuando era sumiller en Bristol», confiesa José, que posteriormente dio el salto a Londres, en busca de más oportunidades, donde reside a día de hoy.
No renuncia a ninguna casa
Pero desde la distancia recuerda con nostalgia los pocos años que vivió en Galicia. De hecho, sus mejores recuerdos son para la Escuela Nacional de Enseñanza Primaria en Boedo. «Teníamos a una maestra extraordinaria, doña Bienvenida, que nos supo poner a todos por muy buen camino para luchar y poder luchar y llegar adónde quisiéramos».
Con un pie en Culleredo y otro en Londres. Así es como le gustaría vivir a Jose, que se niega a renunciar a una de sus dos casas. «Por ejemplo, me gustaría ir a ver una obra de teatro a Picadilly o ir a la verbena de Culleredo con la orquesta Los Satélites», comenta José que ha conseguido que su mujer, natural de Irlanda, se maneje con fluidez no solo en castellano sino que fale galego. Para eso regresan cada vez que pueden a su tierra natal, donde todavía residen sus padres, su hermana, sus sobrinos.... y sus amigos. «Aunque no nos vemos a menudo, un amigo es siempre un amigo».
Mientras, su trabajo le permite estar en contacto con muchos restaurantes gallegos en Londres, por ejemplo, el Galicia en Portobello Road, con socios made in Betanzos y Muros.
A la izquierda, José con su mujer el día que recibió la distinción. A la derecha, este verano en Londres delante del Big Ben.