«Gracias a España, el registro salió de la impasibilidad y tomó velocidad»

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

EUROPA

Alessandra Benedetti

La FAO prevé lanzar en julio del año que viene su nueva herramienta para desalentar y luchar contra la pesca ilegal

29 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La FAO (Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) se está dotando de herramientas para combatir y desalentar en todo el mundo la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU, por sus siglas en inglés). Ha dictado directrices dirigidas a impedir la entrada a buques, a que los países observen la correcta actuación de los barcos a los que conceden banderas, a la certificación de las capturas... Y aún tiene en la recámara el registro mundial de buques de pesca, transporte refrigerado y suministro, una base de datos en la que aparecerán todas las embarcaciones mayores de 12 metros vinculadas a la actividad extractiva y que se pretende sirva a los países para hacer análisis de riesgo sobre cualquier embarcación. Quien está preparando esa herramienta mundial para su manejo por parte del gran público es Alicia Mosteiro, una científica marina de Vigo, con familia materna enraizada en Marín, que lleva siete años afincada en Roma para listar los miles y millones de barcos que pescan en todos los océanos.

-¿Cómo funciona ese registro? ¿Será una lista negra de buques?

-No es ni una lista negra, ni una lista blanca. Como toda iniciativa liderada por la FAO, como foro neutro de los Estados que es, será un listado, una relación de todos los buques que hay, al que se le irán incorporando datos relacionados. La intención es exponer la información de la manera más neutra posible y dejar que los diversos actores involucrados tomen sus decisiones y saquen sus conclusiones sobre ella. Esperamos que sea una herramienta que los principales mercados soliciten para, por ejemplo, importar productos de la pesca. Que exijan no solo certificaciones de captura, sino también que el barco que la provea esté incluido en el registro mundial. Aunque sea un registro voluntario, poco a poco los buques entrarán porque les interesa.

-Pero interesará solo a los «buenos», no a los infractores.

-A los que tienen un historial de incumplimiento también les interesa, pero para ver que han mejorado las cosas tras diversas acciones.

-¿En qué punto se encuentra?

-Ha llevado una serie de años que el registro mundial tomase forma, porque es un proceso que involucra a todos los países y, cuando hay muchas partes, es difícil darle forma. El germen fue en el 2005, tras una declaración ministerial sobre pesca ilegal que puso sobre la mesa la necesidad de tener un registro mundial de buques pesqueros, transporte refrigerado y suministro. Después se hizo una consulta de expertos, otra técnica, muy importante, porque dio una primera forma a lo que debería ser el registro... Pero no se concretó hasta hace poco, hasta el 2014, cuando la FAO presentó un documento estratégico de cómo veía este instrumento útil para la lucha contra la pesca ilegal, y un primer prototipo del mismo. A partir de ahí entraron en juego los Estados, con sus expertos y otros observadores, y en el 2015 se formó el grupo de trabajo para acoger sus opiniones sobre cómo el registro se debería desarrollar y cómo sería más efectivo.

-¿Ya funciona el registro?

-La FAO ha estimado que hay unos 4,7 millones de buques de pesca en el mundo, lo que es una barbaridad. Obviamente, no todos ellos van a estar incluidos en el listado, porque la mayoría son canoas y barcos de pequeña eslora. Como el trabajo es ingente, se han fijado fases. En esta, nos estamos enfocando en los más grandes, a partir de 24 metros de eslora o cien toneladas de registro.

-¿De todo tipo y modalidad?

-Cualquier buque de pesca o de transporte refrigerado -que es el que causa el problema de los transbordos- o de suministro, porque aquellos barcos que piden más combustible, cambio de tripulación, más alimentos y agua, es porque quiere seguir trabajando y, si lo están haciendo ilegalmente, podrán seguir haciéndolo durante más tiempo. Por eso todo debe estar relacionado en el registro. Hemos lanzado la primera revisión oficial, solo abierta a los Estados miembros, y encontramos que tenemos 14 países que han facilitado datos al registro y otros han mostrado mucho interés y se están preparando para transmitir datos a nivel internacional. En la última reunión del grupo de trabajo, Latinoamérica estaba muy presente y varios de los países están a punto de enviar los datos; también otros del Sudeste asiático, África, por descontado, Europa y los países del norte, más desarrollados... Parece que está tomando forma y velocidad.

-¿España está entre esos países?

-Por supuesto. Fue uno de los pioneros y, de hecho, gracias a España se ha rescatado un poco al registro de la impasibilidad y se le ha vuelto a dar velocidad. Ha sido un donante principal y ha apoyado la herramienta en numerosos eventos y foros, le ha dado más visibilidad y ha sido uno de los primeros en dar ejemplo proveyendo datos no solo de los buques, que es lo primero que dan todos los países, sino también sobre autorizaciones de pesca, resúmenes de inspecciones o denegaciones de entrada a puerto..., que son datos de cumplimiento muy importantes para el análisis de riesgo y hacerse una idea de si ese buque que se trata de investigar se ha dedicado a alguna actividad ilegal o no. La simple identificación es interesante, pero disponer de esta información añadida, como antiguos nombres del barco, propietarios y pabellones es muy importante. España ha dado mucho ejemplo y lo sigue dando.

-¿Cuándo finalizará el trabajo?

-Creo que no se finalizará nunca. Es una iniciativa dinámica, que estará viva y que irá cambiando con el tiempo. Esperamos poder hacer un lanzamiento público en julio del año que viene, porque el objetivo de esta herramienta es dar transparencia y trazabilidad a la información, con lo cual tiene que estar disponible al público para que los consumidores puedan acceder. Pero después seguirá viva. Este es el germen y hemos intentando hacerlo sencillo para facilitar la participación de los Estados, pero habrá mucha más información que incluir en el registro. Por ejemplo, la cuestión del trabajo decente. Podemos unir al registro un módulo sobre la tripulación sobre cuánta gente hay a bordo, en qué condiciones está... Todo eso está relacionado con el barco, que es el primer actor de pesca.