Inquietud y temor entre los jóvenes gallegos ante una victoria lepenista

A. F. C. PARÍS / CORRESPONSAL

EUROPA

El auge de la ultraderecha ha disparado todas las alarmas entre las comunidades de inmigrantes

23 abr 2017 . Actualizado a las 12:19 h.

El auge de la ultraderecha en Francia ha disparado todas las alarmas en las comunidades de inmigrantes, y los gallegos no son una excepción. Con Marine Le Pen peligrosamente cerca de la presidencia, muchos se han visto obligados a preguntarse sobre su futuro en el territorio galo. «A los extranjeros nos perjudicaría muchísimo», afirma la coruñesa Ana María Gómez Barreiro. Hace un año y medio que llegó a París como au pair y un posible triunfo del Frente Nacional le preocupa no solo por su situación, sino también por la de su marido, que proviene de un país de fuera de la Unión Europea.

Si finalmente se consuma, la llegada de Le Pen al Elíseo supondría el fin de todo un conjunto de derechos para los trabajadores extranjeros, como sanidad y educación públicas gratuitas los primeros dos años, y la aparición de trabas administrativas, como el acceso al empleo o la creación de un impuesto a las empresas que contraten inmigrantes. «Vine aquí como au pair buscando un futuro mejor que en Galicia, pero, en caso de que Le Pen gane, supongo que nos iremos», lamenta Ana, de 23 años.

Pablo Fernández Pérez, un vigués instalado en Toulouse, es más optimista. «Personalmente, no creo que salga elegida, pero, si al final gana las elecciones, me parece que no va a poder hacer todo lo que dice con respecto a los extranjeros», opina. Este fisioterapeuta de 24 años añade que ve «más bien expectación» que «nerviosismo por los resultados» entre los miembros de la diáspora gallega.

Aprovechando los atentados yihadistas, Le Pen acentuó su retórica xenófoba contra musulmanes y refugiados. Los dos colectivos son el blanco de los militantes ultras, al igual que lo fueron hace décadas españoles e italianos. Según el Observatorio Nacional Contra la Islamofobia, entre los años 2015 y 2016 se produjeron 701 actos contra musulmanes, entre los que se cuentan incendios en mezquitas, agresiones y discursos de odio, pero también discriminación de origen institucional, en el acceso a la Administración pública.

«Personalmente, no siento que me traten diferente», estima Lorena Abelenda Castro, que hace dos años cambió Santa Comba por Sète (sur de Francia), donde trabaja para la oenegé Casa de Europa Pirineos Roussillon. «Lo que sí veo, sobre todo con el asunto del terrorismo, es que hay un cierto desprecio hacia los musulmanes».

Sin embargo, nada asegura que los europeos se libren de incidentes racistas si Le Pen se impone y opta por el frexit. La candidata quiere importar el «América primero» de Trump, y para ello no dudó en poner a los franceses en contra de los inmigrantes. Con su victoria podría repetirse la situación vivida en el Reino Unido tras el brexit, donde las agresiones a españoles se dispararon. Lorena mantiene la esperanza de que la ultra sea derrotada en la segunda vuelta y que no lleve a cabo su programa, lleno de «ideas radicales y sin fundamento» que, a su juicio, son «anticonstitucionales, racistas y discriminatorias».