Tiene 15 años y se llama Alejandra Sánchez Ortega
21 feb 2016 . Actualizado a las 15:11 h.En los últimos días acompañé a una escritora en la presentación de su último libro y también asistí a una sugerente cata de quesos y aceite. Enseguida les cuento, porque antes viajo a Suecia. Esta semana una gallega de 15 años, Alejandra Sánchez Ortega, actuó como primer violín con la Sinfónica de Gotemburgo, o Goteborg como decimos aquí, de la que forman parte músicos de entre 17 y 25 años. Es una chica morena entre un océano rubio. «Es la único pelo negro, como nos llaman a nosotros. Aquí es raro ver a una extranjera y hasta le hicieron una entrevista en un periódico porque nos comentaron que era la única española en conseguir esto», me cuenta Katty Ortega, su madre, que hace cuatro años dejó Galicia para irse a trabajar a la lejana localidad sueca. «Los niños (tiene otro de 12 años) se adaptaron fenomenal», apunta. Alejandra estudió en el Conservatorio Profesional de Música de A Coruña, formó parte del coro de niños de la Orquesta Sinfónica de Galicia hasta que a los 11 años se mudó con la familia a Suecia. Cambió de país pero no varió su talento. Toca el violín, el piano y canta en el Domkyrkan «que es el coro más importante de Västra Götaland (la provincia donde está Goteborg) y que ganó varios premios europeos. En noviembre cantó Carmina Burana en la ópera de Gotemburgo», relata con satisfacción y lógico orgullo su madre. Solo el futuro nos dirá si Alejandra regresa a su Galicia natal convertida en una figura internacional de la música. «Por lo menos espero que su ejemplo incentive a otros niños a luchar por sus ideales aunque parezcan inalcanzables», destaca Katty.
Quesos maridados con aceite
Siempre se dijo que el queso pide vino, o al revés, pero esta semana el maridaje fue con aceite. La firma gallega Isbilya, que produce su oliva virgen extra con la poco conocida variedad sikitita de una plantación en Umbrete, al lado de Sevilla, decidió organizar una cata en La Mejorana, un bar-quesería que regenta Ángel Veiga en la coruñesa calle Juan Flórez y que en poco tiempo ha conseguido un gran éxito. «Estamos muy contentos porque apenas acabamos de empezar a comercializar el aceite y ya aparecemos en la prestigiosa guía Flos Olei como uno de los 200 mejores del mundo», comenta Teresa Martínez Marini, directora de márketing de la empresa. A lo que iba. Ángel buscó los quesos ideales para maridar con aceite y se decantó por un comté reserva francés «por ser el queso de menor intensidad y el aceite le aporta toques florales muy interesantes». A continuación uno asturiano, el cueva Pregondón que «al ser un queso de leche de cabra tiene un grado de acidez que se contrarresta o iguala con el aceite». Y por último un queso de Guía de Gran Canaria que fue el que más gustó a los invitados porque «el aceite hace destacar aún más sus propiedades», apunta Ángel. Ahh, también sirvieron vino
Entre escritores
Y tuve la fortuna de acompañar a la gallega Nieves Abarca en la presentación de su cuarto libro a cuatro manos con Vicente Garrido. Los muertos viajan deprisa se lee como los tres anteriores, a toda velocidad. De nuevo A Coruña, Oleiros o Pontedeume, localizaciones conocidas por todos, vuelven a ser los lugares elegidos por los autores para ubicar la trama. La puesta de largo tuvo lugar en la librería Molist y, me llamó la atención la cantidad de escritores, colegas de la autora, que acudieron a la cita, incluido el catalán Toni Hill, que se desplazó ex profeso desde Barcelona. Me dice Nieves que ya está pensando en la quinta novela y que no tiene claro si la va a protagonizar la policía Valentina Negro «o le vamos a dar un descanso», y tampoco está segura de que la acción se desarrolle en Galicia. «Pretendemos que no todo sea en Coruña», comenta. Lo que tengo claro es que no va a estar ambientada en Suecia, donde vive la gallega de la Sinfónica de Goteborg, porque a Nieves la novela negra nórdica no le gusta demasiado.