Un descendiente de gallegos busca a su familia en Nigrán

Alejandro Martínez NIGRÁN / LA VOZ

ESTADOS UNIDOS

El uruguayo Mario Vázquez Figueroa reside en Texas desde hace 40 años

09 ene 2018 . Actualizado a las 13:39 h.

Recuperar sus raíces en Galicia y descubrir una parte de la familia a la que todavía no conoce es el empeño de Mario Vázquez, un hombre de 62 años de Texas. Su madre, Genoveva Figueroa, era de la parroquia de Camos, en Nigrán. En 1951 emigró a Uruguay, donde se casó y fundó una familia. Pero en Camos quedaron tres hermanos de ella: «Tengo entendido que siguen allí dos tíos, que deben de haber cumplido ya los 80. Uno que vivió en Uruguay y que regresó durante los años noventa, que se llama Benjamín Julio Figueroa, y otro que es Alfonso Figueroa, que siempre vivió en España», asegura. Ha buceado por las redes sociales pero no ha conseguido ninguna pista de ellos. «Yo no uso Facebook y he puesto los apellidos en Internet y no me sale ninguna pista que me pueda ayudar», asegura.

Su máxima ilusión es poder conocer a sus primos, a los que no ha visto nunca. Sospecha que tiene dos que son menores que él y cree que podría haber una tercera prima. «Aparentemente uno de ellos tiene un negocio, podría ser una pizzería en el municipio de Nigrán», dice.

Mario ya estuvo en Camos hace 16 años. Aprovechando un viaje de negocios a España, hizo una escapada a Galicia y allí encontró a su tío Benjamín. Pero no tuvo mucho tiempo en aquella ocasión y no pudieron intercambiar teléfonos. Con el tiempo perdió el rastro.

Ha pasado mucho tiempo desde entonces, pero no desiste en descubrir a su familia gallega. Afirma que siempre tuvo esa necesidad. Siendo joven se marchó de Uruguay y llegó a Estados Unidos haciendo autostop. «Me marché a la aventura en el año 76. Dejé a mis padres y hermanos, siempre fui un poco la oveja negra de la familia», afirma. Con el paso de los años empezó a tener éxito profesional y durante los 40 años que ya lleva en Texas nunca dejó de pensar en sus raíces. «Siempre tuve un arraigo muy grande por la parte gallega. De chiquito participábamos en los bailes de allá».

Encuentro familiar

Le gustaría conocerlos y tal vez que acudan a un encuentro familiar que celebrarán en Uruguay a finales de año. Hace cuatro años que instauró esa reunión familiar. «Eso ha prendido la llama de que queramos estar en contacto con el resto de la familia que aún reside en Camos», asegura. Así podría presentarles a su familia. Mario es administrador de negocios y trabaja para una multinacional de ingeniería. Ha vivido en países como China, Australia o Hungría. Está casado con una mujer chilena, con la que tiene dos hijas, de 24 y 34 años. También sería enriquecedor para su mujer y sus hijas entrar en contacto con una parte de la familia que aún no conocen. Este economista viaja con frecuencia y no descarta trasladarse a España si tiene noticias de sus primos gallegos para poderlos saludar y mantenerse en contacto. «Mi sangre siempre ha sido gallega, a pesar de la distancia y de vivir en tantos lugares diferentes», reconoce.