La bisnieta de emigrantes gallegos que fue profesora del año en los Estados Unidos

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

ESTADOS UNIDOS

RAMON LEIRO

De origen ourensano, ahora reside en Pontevedra pero su excedencia de dos años está a punto de rematar

29 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La provincia de Ourense en particular y Galicia en general han perdido varias generaciones de habitantes debido a la emigración, pero a veces el destino hace que algunos regresen a sus orígenes. Es el caso de Janecee Carell Docal. Nacida en el estado de Virginia en 1976, es la primera generación estadounidense de una familia de ourensanos que, a mediados del siglo XX, marchó a Cuba. Tiempo después, con la llegada de la revolución castrista, se exiliaron a los Estados Unidos. Allí nació y vivió Janecee, a caballo entre Florida, Kentucky, Ohio y Washington, donde estudió en las universidades de Georgetown y George Washington, obteniendo tres títulos.

En esta última institución académica, la de George Washington, también conocen bien a la abuela de Janecee, Carmen, hija de aquel matrimonio emigrante que se licenció en Farmacia en Cuba y, tras el exilio, ocupó allí el cargo de supervisora y mánager del laboratorio de genética. Hoy tiene 91 años y vive en Pontevedra, ciudad en la que desde hace dos años también reside Janecee, que hace tan solo unos días presentó en la Universidad de Vigo, concretamente en la facultad de Ciencias de la Educación del campus de Ourense, su tesis doctoral. La investigación se titula Diseño e implementación de un programa coeducativo para la mejora de la convivencia y el desarrollo integral de estudiantes y sus familias en una escuela primaria, y ha sido dirigida por María Lameiras Fernández, Yolanda Rodríguez Castro y José María Faílde Garrido.

El trabajo de Janecee es fruto de la experiencia como docente que ha tenido en Estados Unidos, donde fue directora de la Escuela Primaria Bilingüe Powell, en Washington DC, entre los años 2009 y 2015. En este tiempo implantó en el centro un programa de convivencia que fue asesorado desde el campus de Ourense. «Como directora del colegio conocí el trabajo de investigación del grupo de la Universidad de Vigo, de salud sexualidad y género, para prevenir violencia y acoso escolar entre iguales, llamado programa Agarimos», explica la docente, que asegura que se fijó en este modelo porque, entre otras ventajas, tenía mucha documentación en castellano. «Nuestra escuela es muy multicultural, la mayoría son hispano hablantes, y Agarimo tenía materiales en castellano y esto era algo muy importante porque el colegio es bilingüe, en inglés y castellano».

Mejorar la convivencia

Utilizando Agarimos como marco, el centro puso en marcha protocolos para mejorar la convivencia entre los alumnos, controlando posibles casos de acoso y solucionando también los problemas que surgieron entre los padres, debido entre otras razones a las diferencias raciales y de poder adquisitivo.

Los docentes también se formaron y, bajo el liderazgo indiscutible de Janecee, el colegio -en el que estudian 425 alumnos de 3 a 11 años- sufrió una transformación total. «Logramos ofrecer servicios a todos, padres y madres incluidos, con proyectos en común que ellos pudieran llevar a cabo, y todo eso resultó en una asociación de padres y maestros, un grupo muy inclusivo, con integrantes de varias clases económicas y de distintas procedencias. Conseguimos darles voz a todas las familias y ese fue un resultado muy positivo», cuenta la docente.

Aquella iniciativa en favor de la convivencia en la educación se convirtió en un ejemplo a seguir. El colegio recibió varios premios e incluso fue visitado por el presidente Barack Obama, mientras que Janecee Docal fue nombrada profesora del año.

Regresar o quedarse

Ahora, tras dos años en Galicia preparando su doctorado, a esta brillante profesional le toca decidir si regresa a Estados Unidos -está en excedencia en el colegio de Washington- u opta por quedarse. «Mi corazón está con mi comunidad y con el trabajo con ellos durante veinte años, pero también tengo mi hija de dos años, y mi marido, que tiene su trabajo aquí». Está abierta, en todo caso, a cualquier oferta «para servir a la comunidad gallega» y sabe que «el futuro está por escribir».