Bárbara Magalhaes: «Vivir en el centro nos salvó de quedar atrapados»

j. CASTRO / r. p. REDACCIÓN / LA VOZ

ESTADOS UNIDOS

Así vivió esta gallega de 34 años el paso del huracán por Texas

30 ago 2017 . Actualizado a las 11:51 h.

La noche del sábado fue un infierno. Truenos, relámpagos, lluvias y fuertes vientos anunciaban la llegada a Houston de Harvey, una de las peores tormentas tropicales de los últimos doce años. Así lo recuerda Bárbara Magalhaes, de 34 años, que vivió su paso por Texas. La gallega, nacida en Carballo, conoció a su actual pareja mientras trabajaba y desde entonces viven en la ciudad.

Su barrio, Montrose, está a pocos minutos del centro de Houston. Bárbara admite que eso le salvó de quedar atrapada bajo el agua. «Todo Houston está como si los barrios fuesen islotes. Nosotros estamos en uno y nos salvamos de lo peor», confesó.

No todos corrieron la misma suerte el fin de semana. Entre los conocidos de Bárbara está una familia brasileña de Sugar Land, en la periferia de Houston. Lo perdieron todo. «Tuvo que ir un helicóptero a rescatarles. Hay zonas en las que las casas ya no sirven para nada y están completamente inundadas», afirmó.

Turnos en los supermercados

El centro de Houston todavía no ha sufrido cortes de luz ni de agua. Sin embargo, Bárbara reconoce que productos de primera necesidad, como agua, leche, huevos o pan, ya escaseaban el viernes. «Los supermercados están casi todos cerrados. Abrieron dos pero es imposible entrar. Hay turnos para poder hacerlo y apenas hay gran cosa», señala. En las últimas horas ha podido salir de casa, «pero al andar unos cuantos pasos te das cuenta de que no puedes ir a ninguna parte. No para de llover, hace muchísimo aire, se puede salir pero no hay absolutamente nada que hacer. Está todo cerrado», lamenta.

Las inundaciones sorprendieron a Bárbara dentro del coche en la noche del sábado. El huracán había tocado tierra y avanzaba sin pausa. «En ese instante sí que tuve miedo. En 10 o 15 minutos se inundó el coche y tardamos tres horas en volver a casa. Entramos en una gasolinera, luego en un bar, con el agua entrando por las ventanillas. Ahí sí que tuve miedo». El temporal no se parece a nada que ella haya vivido antes. «Fue la primera vez que veo un relámpago mientras escucho el trueno al mismo tiempo», relata con cierta sorpresa.

Ni ella ni ninguno de los vecinos de Houston, la cuarta ciudad más poblada de EE.UU., saben con certeza cuándo se volverá a la normalidad. Las carreteras están cortadas y en los próximos días pueden producirse nuevos cortes del suministro eléctrico. «El jueves quizá empiecen a calmarse las cosas, pero aún no se sabe. Tengo un amigo de Canadá, que vino de visita, pero hasta el sábado no podrá coger un vuelo de vuelta», sostuvo Bárbara.

En su relato hubo una palabra que destacó sobre las demás: islotes. El paso de Harvey ha convertido a la urbe de Texas en un archipiélago en tierra firme.