El redondelano que digitaliza la historia de San Francisco

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

ESTADOS UNIDOS

Víctor Pérez Varela, que lleva media vida en EE.UU., es el único funcionario español del Ayuntamiento californiano

21 jun 2015 . Actualizado a las 10:34 h.

Corría el ya lejano 1986 y Víctor Pérez Varela trataba de hacerse un hueco en el mundo del periodismo en Madrid. La situación económica del país era precaria, y el índice de paro casi igual al actual (un 21 %). Ante las dificultades, y contando con el apoyo de su entonces novia norteamericana, a la que había conocido en Madrid, decidió dar el salto. Para ello reunió 3.500 dólares a fin de empezar su nueva vida.

Han pasado casi tres décadas y Pérez Varela sigue en Estados Unidos, donde hoy es el único español entre los 2.800 empleados del Ayuntamiento de San Francisco. En este tiempo ha hecho de casi todo en California, hasta recalar hace 13 años en su empleo municipal. Tanto tiempo, que ahora, cercano a la sesentena, su horizonte es la jubilación a los 62, momento en el que piensa hacer el viaje de vuelta e instalarse en España.

«El shock cultural fue grande (nueva lengua, comida, otros hábitos, estilo de vida) pero me reajusté rápidamente por dos motivos. El primero, que a los tres meses la situación con mi novia se estaba deteriorando, y el segundo, que se me estaba acabando el dinero y no tenía trabajo», explica desde San Francisco.

En ese momento ocurrió lo inesperado. «Estaba un día en la cafetería de la Universidad de Santa Cruz, 100 kilómetros al sur de San Francisco, donde residía, y vi un anuncio de una charla sobre la Brigada Lincoln de la guerra civil española presentada por algunos supervivientes. Asistí y compartí mesa con otras personas sin saber que una de ellas era el director del periódico local, Stephen Kessler. Entablamos relación y al día siguiente me presenté ante él como periodista y fotógrafo español en busca de empleo. A los quince minutos tenía trabajo convertido en el primer fotógrafo en plantilla del The Sun».

Fue un cambio sustancial en su vida. Le permitió ganarse la vida e instalarse con normalidad, pero no duró mucho. «Tres años después se produjo el terremoto de San Francisco, cuyo epicentro fue precisamente Santa Cruz. Devastó la ciudad, destrozando negocios y vidas, dejando la zona en un estado lamentable del que tardó varios años en recuperarse. The Sun desapareció, y al quedarme sin recursos marché a San Francisco».

Allí decidió fundar un semanario de variedades, SM, en el que lo hacía todo. «Era director, fotógrafo, plumilla, montador, repartidor además de vender la publicidad. Me levantaba a las cuatro de la mañana y me acostaba a las once de la noche todos los días», recuerda. Fueron tres años y la experiencia le sirvió como lanzadera para otras actividades, aunque económicamente no daba mucho de sí. Tras ello hizo de casi todo, camarero, locutor de radio o director de eventos artísticos, incluyendo una exposición de fotógrafos latinos en la bahía de San Francisco que tuvo cierta repercusión y de la que se editó un libro. También colaboró con periódicos nacionales de Estados Unidos y locales hispanos de California, «y con ello subsistía, me daba para vivir y para pagar la hipoteca de la casa que había comprado con mi mujer».

Todo cambió el día que recibió una llamada del Ayuntamiento. «El departamento de Obras Públicas me ofreció el puesto de jefe de documentación y archivos digitales. Me dedico a archivar documentos antiguos de obras públicas (desde 1870), fotografías, facturas y contratos, trasladándolo a formato digital y poniéndolo en Internet».

Hermano de un exconselleiro

Víctor Pérez Varela solo tiene un hermano, Jesús, que fue un conselleiro de Cultura con Manuel Fraga entre 1997 y 2005 y previamente un conocido periodista (entre otros puestos, fue director de El Imparcial, en Madrid). Alejado de la política, reside actualmente en Colombia donde trabaja en un centro universitario. La madre de ambos reside en Redondela, y también sus tíos, aunque Víctor tiene a su hija y a otros familiares desperdigados por España. Viaja periódicamente a Galicia.

En la media vida que ha residido en California ha vivido de cerca la revolución digital a pocos kilómetros de su epicentro, Silicon Valley. Nada más llegar a USA se convirtió en ciudadano de los Estados Unidos, consciente de que era esencial para disfrutar de oportunidades profesionales. En San Francisco mantiene contacto con otros gallegos, aunque es una colonia poco numerosa que utiliza como centro de reunión el restaurante Patio Español, muy conocido en la ciudad.