El artista Iago Eireos expone en la fundación del escritor en Córdoba, donde fue residente hace 11 años
25 feb 2017 . Actualizado a las 22:07 h.Iago Eireos (Lugo, 1980) sigue en su particular camino artístico y personal. No solo recogiendo «paisajes, mapas o superficies sobre las que crear», como señala, sino también desarrollando su recorrido más íntimo y sentimental. Serán cosas de esa etiqueta de «joven artista», pero con 36 años y una ya dilatada y premiada obra se van acumulando experiencias y vivencias que también, como destaca, dejan huella en sus obras.
Su penúltima parada fue el pasado fin de semana en Córdoba, la ciudad que tan buenos recuerdos le trae y en la que a finales de año le otorgó un premio en un concurso nacional de fotografía. Eireos formó parte de la quinta promoción de artistas residentes de la Fundación Antonio Gala, un paso formativo fundamental en su trayectoria posterior. Once años después regresó a la sede de la fundación para presentar una de sus últimas colecciones: Memoria del paisaje añadido.
«Es un compendio de los trabajos que he hecho en los últimos cuatro años, en los que sigo con el discurso de la identidad de un paisaje propio, expresar mi propio paisaje evolutivo a través del arte, a modo de diario íntimo». Esta línea ya se podía intuir en uno de sus proyectos más afamados, On the road, del 2013, que no solo era un homenaje a la novela de Kerouac, sino toda una búsqueda personal y estética a través de varios países europeos. De aquel viaje iniciático por España, Francia e Italia quedan huellas en la muestra que se expone hasta finales de marzo en Córdoba. Y un buen admirador de su obra y de su evolución fue el propio impulsor de la fundación, Antonio Gala, quien acudió el día de la inauguración.
«Fue muy emotivo el reencuentro con él y para mí fue muy especial que pudiese ver mi exposición. Me dijo que le encantaba mi evolución artística. Además, le vi bien de salud», señala Eireos, quien no oculta la satisfacción que supone para él exponer en un lugar tan importante en su vida personal y creativa, además de destacar el papel que ha jugado y juega Antonio Gala en la formación y promoción de jóvenes artistas, «‘mis chicos’, como dice el», apunta Eireos.
La colección Memoria del paisaje añadido antes de llegar a Córdoba se expuso a finales del pasado año en la Fundación Fernando Villalón de Morón de la Frontera (Cádiz) y en la Fundación Casa Pintada-Museo Cristóbal Gabarrón (Murcia). Exposiciones, que como la obra de Iago Eireos, muestran su carácter viajero, itinerante, abriendo caminos.
Antes hablábamos de que la muestra de Córdoba era su penúltima parada. La última es hoy mismo y durante esta semana en Madrid, donde además de la gran feria del arte que es Arco, se celebran otras citas artísticas consolidadas. Eireos, junto con el lucense García Gesto y Esther Cuesta, participan con sus obras en la feria Justmad8, a través de la galería luguesa Iskoö Espacio.
Mientras, Eireos continúa con su trabajo como muralista para edificios públicos y privados, dejando huella en paredes de bibliotecas o pabellones deportivos en la Comunidad de Madrid, o decorando locales y viviendas proyectadas por estudios de arquitectura. Como otra de sus colecciones más destacadas, Máscara nómada (en el parque de Belvís de Santiago), Eireos es un nómada lucense, inconformista y viajero. Tres cualidades que se pueden apreciar en una carrera cuya evolución gusta a Antonio Gala.
Ficha.
Nace. Lugo, 1980.
Formación. Ramón Falcón (2000-2002), ciclo superior Fotografía Artística. Licenciado Bellas Artes, Universidade Vigo (2002-2008). Erasmus en Universitatea de Arte George Enscu Iasi (Rumanía). Residente Fundación Antonio Gala (2005-2006).
Colecciones. «On the road», «Máscara nómada», «Memoria del paisaje añadido».