«Seré una morosa enferma toda la vida y nunca podré volver a trabajar»

F. Fernández LA VOZ

ESPAÑA EMIGRACIÓN

Una gallega de 38 años que se mueve en silla de ruedas se enfrenta a una orden de desahucio de su piso de Barcelona

05 feb 2015 . Actualizado a las 08:07 h.

María Goretti Guisande vive con el dolor incrustado en su cuerpo. «Es una tortura», reconoce. Padece el síndrome de fatiga crónica severo, una enfermedad incurable y degenerativa que le hace la vida imposible. Tanto que ya se mueve en silla de ruedas. Sus piernas apenas la sostienen. Hace tres años colgó sus ropas de actriz para siempre. Sin trabajo y sin ingresos, se enfrenta desde hace un año a una orden de desahucio. El propietario del piso en el que vive en Barcelona quiere echarla y un juez le ha dado la razón. Esta mañana afrontó el cuarto intento de desalojo, pero afortunadamente fracasó porque otro juez se apiadó de María y de su situación calamitosa. Aunque vive en Barcelona, María es gallega, de Redondela, de donde partió hace años para fraguarse un futuro artístico. A pesar de su enfermedad, la Seguridad Social se niega a darle la invalidez y a asignarle una pensión. ¿Por qué? «Porque mi enfermedad es invisible, dicen que soy maniática», explica. Desde hace meses pelea para que se le reconozca la incapacidad física para poder cobrar una prestación de 400 euros, algo que, al mismo tiempo, le daría derecho a acceder a un piso de protección social. María se lamenta: «Seré una morosa enferma toda la vida y nunca podré volver a trabajar». Y acaba de cumplir solo 38 años.