Las algas de Ceamsa se comen el mercado mundial de los aditivos

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

La compañía, con sede en O Porriño, exporta el 90 % de su fabricación a 100 países; es el primer productor del mundo y el único de España de carragenano (E-407)

11 feb 2018 . Actualizado a las 05:02 h.

Galicia cuenta con un potente sector químico que se ha desarrollado en torno a la investigación de las propiedades de las algas marinas. Quizás los logros de Pharmamar (la antigua Zeltia) en la lucha contra el cáncer con medicamentos fabricados a base de moléculas extraídas de los fondos marinos son los que hasta ahora han tenido mayor repercusión.

Pero esta materia prima, tan rica y abundante en los litorales gallegos, es fuente de innovación y negocio para otras muchas empresas, entre las que destaca Ceamsa (Compañía Española de Algas Marinas), que tiene su sede en O Porriño (Pontevedra).

Se trata de una compañía especializada en la fabricación y suministro de aditivos a partir de una amplia gama de algas marinas.

Su carácter innovador y su capacidad para dotar de valor añadido a esta materia prima, han conseguido convertir en un gran negocio la extracción de componentes que en estos momentos se usan en la industria alimentaria, en la farmacéutica y en la cosmética de un centenar de países.

No es algo que haya ocurrido de la noche a la mañana. Íñigo Alzueta, presidente de Ceamsa, siempre tiene presente los orígenes de la empresa creada en el año 1966 por su padre, Ignacio Alzueta, recientemente fallecido tras dedicar buena parte de su vida a lo que, en sus orígenes, muchos calificaron como «un negocio de ciencia ficción».

El fundador de la que hoy es una empresa química puntera en el mundo fue todo un visionario. Su padre tenía una fábrica de papel en el País Vasco, pero el olor a mar tuvo más atracción que la pasta de celulosa e intuyó el nicho de mercado de las algas para la industria alimentaria.

Pasó un año en Noruega observando la investigación puntera en este campo. Y de los fiordos se desplazó a las Rías Baixas para fundar su empresa. Hoy, con 51 años de actividad e historia, Ceamsa cuenta en su plantilla con 250 trabajadores en la fábrica de O Porriño y otros 100 empleados más en Filipinas, en donde posee una factoría desde el año 2008, destinada a producir más materia prima.

La sociedad posee una red de distribuidores locales en un total de 57 países de los cinco continentes y cuenta también con oficinas comerciales en Japón, China y Argentina.

La empresa gallega se sitúa en estos momentos a la cabeza de los líderes mundiales en la producción del carragenano (E-407), un gelificante natural que se extrae de las algas rojas. Esta sustancia, la carragenina, juega un papel fundamental en la industria alimentaria, puesto que es la encargada de proporcionar estabilidad a los lácteos, controlar la humedad de la carne, de gelificar los postres de fruta en polvo, de estabilizar los helados o de que las gominolas tengan esa textura tan peculiar.

Pero su presencia en estado puro no es tan abundante en las costas gallegas como pensaba Alzueta cuando eligió el litoral pontevedrés para instalarse. La encontró en las playas de Baiona y Oia, pero lo cierto es que, a día de hoy, el 95 % de este principio se importa de Japón y Filipinas.

La expansión sigue

Otro de los productos elaborados y comercializados por Ceamsa es la pectina, que se extrae de la cáscara de los cítricos, pero también de las algas, y que posee propiedades gelificantes y de textura.

La evolución del negocio de Ceamsa dio un salto cualitativo en los últimos años. La empresa ha pasado de facturar seis millones euros antes del año 2000 a los más de 70 millones de euros del año pasado. El informe Ardán del Consorcio de la Zona Franca de Vigo la sitúa entre las empresas más internacionalizadas de Galicia. «Entre el 85 y 90 % de nuestra producción la enviamos a cien países distintos», recuerda el presidente de la firma, que ya es la primera del mundo en la fabricación de carragenato, y la única de España en la producción de esta sustancia y de pectina.

Su estrategia es seguir apostando por llegar a un mayor número de mercados internacionales. De hecho, baraja la posibilidad de abrir nuevas instalaciones en Argentina o Perú, como ya hizo en Filipinas.

La empresa sigue ganando mercado con ventas que se sitúan ya por encima de los 70 millones al año