Las exportaciones pesqueras gallegas tocan techo y acarician los 2.000 millones

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

DAVID CHANG | Efe

Las ventas al exterior crecieron un 5,3 % en valor, aunque se envió un 10,5 % más de mercancía

05 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Muy mal se tendrían que dar las cosas para que Galicia no haya cerrado el 2017 rebasando la barrera de los 2.000 millones de euros facturados por la venta de sus productos pesqueros al exterior. Productos, así, en general. Sean pescados, crustáceos, bivalvos, moluscos, cefalópodos... En fresco, en congelado, enlatados, empanados, semielaborados, procesados, en su jugo... Nunca antes se había vendido tanto fuera. Latas de conservas elaboradas en Ribeira en supermercados de Chicago, mejillón ecológico gallego repartido por toda Francia de la mano de la principal cadena de distribución del país, xarda del cerco coruñés en Rumanía, pulpo congelado en Serbia y hasta jurel en Burkina Faso. Todos esos envíos habían sumado a mes de noviembre 1.962,5 millones de euros, el importe correspondiente a la exportación de 581.362 toneladas de mercancía.

Ya sin acabar el año, el valor de las exportaciones había superado en un 5,3 % el de las de todo el ejercicio anterior, porcentaje que correspondía a un 10,5 de toneladas facturadas a terceros.

Aunque desde la Consellería de Economía se limitaron a facilitar datos de exportaciones de pescados y mariscos (1.334 millones de euros), sin ni siquiera incluir la conserva, en el informe que mensualmente elabora la Dirección Territorial de Comercio en Galicia se recoge que uno de los sectores con más incidencia en el comercio exterior fue el de alimentos, con un crecimiento en valor del 13,41 %, del que «casi 10 puntos fueron inducidos por el subsector de la pesca».

Por capítulos, creció la exportación de pescado congelado entero (11 %) hasta alcanzar los 459 millones de euros -aunque bajó la factura enviada por las ventas de filetes (de 142 a 137 millones)-, subió también el negocio del producto seco en salmuera o en salazón (de 6,5 a 7,6 millones de euros), pero sobre todo se elevó el comercio exterior de crustáceos y moluscos (un 22,1 y un 24,5 %, respectivamente). El aumento en la primera familia vino dado por el langostino en todas sus variedades, que Galicia envía, principalmente, a Portugal, Italia y Francia. En cuanto a los moluscos, el protagonismo está compartido entre el mejillón, por un lado, y el pulpo, por otro. Los envíos de bivalvos al exterior crecieron más de un 30 % con respecto al mismo período del año anterior, mientras que los de cefalópodo cayeron en volumen un 4,1 %, pero aumentaron en valor un 14 %, como impone una demanda creciente en una oferta menguante.

Principales clientes

Italia es el principal cliente de la pesca gallega. Su factura ascendió a 660 millones de euros, casi un 8 % mayor que la que se le giró el ejercicio anterior. De 417 millones es el importe que se le ha reclamado a Portugal, que aumentó su dependencia de los productos pesqueros gallegos un 14,8 %. La cuenta de los lusos es del doble de la que se les envía a los franceses, que compraron productos por valor de 223 millones, casi un 18 % por encima de lo que habían adquirido a noviembre del 2016.

Alemania aparece en cuarta posición, solo que se sitúa ya por debajo de la barrera de los cien millones. Es la primera de una larga lista que tiene a Vietnam a la cabeza de los clientes de fuera de la Unión Europea, con compras por valor de 34 millones de euros, pocos más de los que suman las adquisiciones de China, que hasta noviembre fueron 29,70 millones. Importante fue, sin duda, el aumento de las exportaciones a Estados Unidos, del 70 %, a lomos de los calamares, el pulpo y las conservas de sardina.

La estrella de la exportación gallega es el pulpo. Su venta en el extranjero reportó hasta noviembre 136 millones de euros. Las latas de túnidos ocupan el segundo concepto más abultado de la factura, con 128 millones de euros, seguidas de las de caballa, jurel y similares, para continuar con el calamar (94,5 millones) y los langostinos (90 millones), según Estacom, la base de datos del Icex (Instituto de Comercio Exterior).

Con todo, el saldo comercial todavía es negativo y las importaciones siguen siendo mayores tanto en volumen como en valor. Y el pulpo vuelve a aparecer a la cabeza de los productos importados. Pero como inciden en el sector, ese es el milagro de la pesca gallega, que importa para dar valor añadido al producto y volver a exportar. Por más que, a veces, eso sea un arma de doble filo. Que se lo pregunten al mejillón.