La fábrica que nació en una bicicleta

Dolores Cela Castro
Dolores Cela LUGO / LA VOZ

INTERNACIONALIZACIÓN

La firma que fundaron Ángel Carro y Dolores López en los sesenta en Portomarín elabora hoy entre 5.000 y 6.000 tartas de almendra al día

23 abr 2017 . Actualizado a las 12:11 h.

La receta de la tarta que elabora Tartas Ancano, una empresa creada en Portomarín en los años 60, la trajo Manuel Nogueira de Argentina y la empezó a usar cuando puso en marcha una panadería en el viejo Portomarín. Su hijo, Ángel Carro Nogueira, echó mano de ella décadas después, cuando montó junto a su esposa Dolores López una pastelería en el pueblo nuevo, reconstruido en la colina, después de la inundación del embalse.

El matrimonio empezó en un obrador, en un local cedido por el Ayuntamiento. Hacían pasteles y brazo de gitano los fines de semana y rosquillas y tartas por la semana. El éxito de la tarta de almendra, un postre de larga duración que empezaron a vender en Madrid y Barcelona, hizo que Ancano se especializara en los dos tipos que elabora, con la misma base pero diferentes acabados, y abandonaran el resto de la repostería. Hoy en día, de sus hornos salen a diario entre 5.000 y 6.000 piezas, con destino a locales de hostelería, tiendas, supermercados y grandes superficies de toda España, Alemania y Reino Unido.

Santiago, mercado estable

Santiago se ha convertido en un mercado estable de este producto, en el que, según Carro Nogueira, fueron pioneros. De hecho, venden no solo con su marca, sino que fabrican para otra empresa con la que mantienen una relación comercial desde hace 25 años. Carro señaló que accedieron a ello «porque nuestra marca está muy reconocida en Santiago».

La compañía, que factura tres millones de euros al año, comercializa dos tipos de tarta de almendra. La que ha denominado de Portomarín, y la que han registrado como Especial Camino de Santiago, con la cruz xacobea dibujada con azúcar glas. A estas dos se incorporó no hace mucho una tercera recubierta en su totalidad con chocolate. Ancano elabora un tercer producto, las piedras de Portomarín, con chocolate negro y almendras enteras. Según el fundador de la empresa, supone una parte mínima de la facturación total. Este postre, de elaboración artesanal, lo preparan en otro obrador, también situado en Portomarín.

Mil kilos de almendra al día

Ancano necesita 1.000 kilos de almendras diarias, una materia prima que sufre oscilaciones anuales, según la cosecha, para la elaboración de sus tartas. Desde que empezó la crisis y falló el suministrador de siempre, que era de Valencia, se las compran a un proveedor de Castellón. «Las variaciones en el precio de la almendra no podemos trasladarlas a las tartas, porque en algunas cosechas la subida es impresionante», explica Carro.

La receta original de Manuel Nogueira, que sigue vigente, lleva almendra, huevos y azúcar. No contiene conservantes ni colorantes y se mantiene en perfectas condiciones durante cuarenta y cinco días.

Ancano, según Carro Nogueira, también fue pionera en el embalaje de su producto estrella en cajas con ventanas transparentes para que se pueda ver el producto.

Los huevos que utilizan en la industria de Portomarín proceden de otra de las grandes empresas de la zona, Granjas Campomayor, de Palas, que suministra diariamente entre 400 y 450 kilos de huevo esterilizado.

La planta de Ancano está prácticamente automatizada. Los ingredientes se mezclan en una amasadora y se reparten mediante una tolva, que descarga 18 tartas cada minuto.

Mantener la estabilidad

Los responsables de Tartas Ancano están orgullosos del lugar al que han llegado dentro del sector. La empresa, que da trabajo a 16 personas en sus diferentes turnos, no se plantea grandes cambios en el futuro inmediato. Su aspiración es la de seguir elaborando un producto reconocido en toda España, una delicia que los ha situado en una posición cómoda.